Artesanías que mantienen viva la herencia milenaria

Las artesanías son expresiones artísticas que además de tener un valor estético, mantienen vivo el legado histórico y cultural de las comunidades del Estado de México.

A través de técnicas milenarias, los maes-tros artesanos producen piezas únicas en las que hablan sobre la cosmogonía de su cultura. Además, ellos buscan continuar la tradición y por eso trasmiten su conocimiento a las nuevas generaciones, para que ningún método desaparezca.

En el territorio mexiquense hay más de 13 ramas artesanales: textil, talabartería, orfebrería, joyería, alfarería, fibras vegetales, cerería, vidrio, entre otras, y cada una de ellas cuenta un poco de la historia de las regiones, municipios y comunidades.

La región de Tenancingo se caracteriza por la elaboración de textiles; sin embargo, sus piezas más invaluables son los rebozos, bellos lienzos que terminan con empuntados y son prendas de gran tradición, símbolo de mexicanidad y orgullo mexiquense.

Para la creación de estas piezas de tela existen dos técnicas clásicas, e incluso se podrían llamar históricas: el telar de cintura o de otate, que es una de los recursos que muy pocos jóvenes artesanos dominan en la actualidad y la otra es el telar de pedal, que es más popular.

Después de tejer el lienzo se procede a la elaboración del empuntado, que es parte fundamental para que el rebozo termine de lucir, hay ocasiones en que la hechura completa de una prenda puede tardar hasta ocho meses.

En Tenancingo se ubica la Escuela del Rebozo, una institución que tiene como objetivo capacitar y enseñar a las nuevas generaciones la confección de esta artesanía, para continuar con el legado de muchas familias, pero sobre todo que el municipio siga siendo referente de su fabricación e identidad.

Es importante valorar el trabajo de los artesanos del rebozo, porque no sólo dedican tiempo, sino también su conocimiento para lograr la perpetuidad de sus piezas. Además, como actividad económica, la labor artesanal constituye la fuente de ocupación de miles de familias. En la entidad el lema es “Lo hecho en México está bien hecho, lo hecho en el Estado de México está hecho con el corazón”.

Otra de las artesanías que se puede encontrar es la elaboración de calzado, de manera tradicional, en el municipio de San Mateo Atenco.

A través de las técnicas de talabartería y peletería los artistas de esta comunidad crean zapatos para vestir, botas, botines, zapatillas y una infinidad de modelos para todos los gustos.

La historia refiere que, desde 1873, inicia esta actividad en la localidad cuando empezaron a surgir los primeros talleres familiares, que actualmente dan continuidad al oficio para el desarrollo económico.

La magia inicia desde que se compra la materia prima: los cueros de lienzos. Posteriormente se trabaja en el diseño que es trazado sobre la piel para poder cortar; al tener un juego lo cosen y le ponen la suela, finalmente lo detallan para su venta en el mercado.

Además de preservar la tradición, los artesanos también buscan ponerse a la vanguardia innovando con nuevos modelos; un claro ejemplo son las combinaciones de talabartería con textiles.

El Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México (IIFAEM) impulsa el trabajo de los artesanos a través de la comercialización de sus creaciones por medio de las Tiendas de Artesanías Casart, donde se pueden adquirir distintos objetos artesanales con los que cuenta la entidad.