Se apoya en aplicaciones e IA

Impulsan agrotécnica que ahorra 36% de agua

A 5 años de su implementación, el programa “Regenerando nuestra Madre Tierra” presenta casos de éxito en campos de Michoacán; promueve cultivos sustentables libres de químicos

Cultivo de fresas en Michoacán, como parte de este programa.
Cultivo de fresas en Michoacán, como parte de este programa.Foto: Especial
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Ante la falta de respuestas gubernamentales y la escasez de agua, organizaciones no gubernamentales impulsan una técnica de agricultura sustentable, con ayuda de aplicaciones e Inteligencia Artificial, que permite el ahorro de hasta 36 por ciento de líquido.

El programa que han titulado “Regenerando nuestra Madre Tierra”, cuyo objetivo es fomentar la agricultura sustentable, ya tuvo su primer caso de éxito en los campos de fresas de Maravatío, Michoacán, y promete extenderse a lo largo del país.

En entrevista con La Razón, Jean-Marie Gerbeaux, gerente regional de Abastecimiento en Grupo Danone, quien dirige este proyecto, dijo que actualmente dos de cada cinco fresas que utilizan algunas empresas en la producción de sus alimentos procesados son cosechadas de manera sustentable en México, específicamente en Maravatío, Michoacán, y son exportadas a Estados Unidos y Canadá.

“Las fresas para yogurt provienen de este proyecto que, a cinco años de su implementación, ha beneficiado a 2 mil 800 personas, han sido capacitados 148 productores y se han beneficiado 715 familias, quienes han incrementado 37 por ciento sus ingresos. Ahora queremos llegar a otros estados y comenzar el proyecto de berries”, expuso.

La agricultura regenerativa busca no tener un impacto negativo, sino regresar a la tierra lo que nos da a través del composteo, reciclaje y mejora de las prácticas de manufactura

Jean-Marie Gerbeaux, Gerente regional de Abastecimiento en Grupo Danone

A este proyecto se han sumado Grupo Altex, Frexport, Fondo Danone-Ecosystem, Fundación Nuup, TechnoServe y otras organizaciones que, dicen, no sólo impacta en el ahorro de agua, sino en tener una agricultura más sustentable, libre de agroquímicos y productos que dañan el suelo donde se siembra.

Lo anterior, dijo, se logra a través de un programa integral conformado por procesadores y aplicaciones, donde los expertos convierten cada metro del campo en un laboratorio de vida a través del uso de “tecnologías de alto nivel que tienen muy poco tiempo en el mercado. La agricultura regenerativa busca no tener un impacto negativo, sino regresar a la tierra lo que nos da a través del composteo, reciclaje y mejora de las prácticas de manufactura”.

Con un medidor del suelo de IA se hace la exploración de un terreno, con el objetivo de identificar la tierra acaparable, donde hay más vida microbiana, que es un elemento imprescindible para dar vida a cualquier planta o cultivo. Se realiza una técnica llamada abono en verde, con la cual la planta tiene esos nutrientes con la energía del sol y esa energía se nutre del suelo por medio de microbiología.

Por medio de las estaciones climáticas donde se entrega diariamente información, sabemos qué días se riega y que días no, se mide el clima, el agua, todo se registra a través de una aplicación del celular

Isidro, Campesino de Michoacán

Gerbeaux recordó que en el campo se registra hasta 80 por ciento de desperdicio de agua potable, mientras que esta técnica ha ayudado a los productores a ahorrar el líquido hasta en 36 por ciento, lo cual ha sorprendido, incluso, a los mismos trabajadores del campo, quienes “estaban un poco renuentes a los cambios que implica sembrar de manera sustentable”.

Don Isidro, quien se dedica al cultivo de fresas, dijo a La Razón que es importante capacitarse para el ahorro del agua y que no se trata únicamente de querer ahorrar, sino de aprender cómo.

Contó que, en un principio, el programa sólo contaba con seis productores y una cosecha de 400 toneladas, mientras que al cierre de la última temporada de diciembre del 2023 ya totalizaban 155 productores participantes, con un cultivo de más de 3 mil 200 toneladas de fresa que está siendo vendida a Canadá y Estados Unidos.

El oriundo de Michoacán comentó que al cambiar su forma de cultivo aprendió sobre cómo incorporar microorganismos a la tierra y pudo ver que esta técnica “nos ayuda a la conservación de suelo, e incorporación de nutrientes. El monocultivo, si se deja un solo cultivo, por ejemplo sólo fresa, el suelo se cansa. Es recomendable hacer una rotación del cultivo; nosotros sólo veíamos agroquímicos y ahora ya hay alternativas”.

Entre los recursos que usan para nutrir el campo y crear conciencia sobre el uso del agua también aplican el uso del rastrojo de maíz (hoja de maíz).

“Eso nos va a ayudar a que no haya maleza; a la tierra hay que alimentarla y nutrirla, y luego, por medio de las estaciones climáticas donde se entrega diariamente información, sabemos qué días se riega y que días no, se mide el clima, el agua, todo se registra a través de una aplicación del celular”, dijo.

La ingeniera agropecuaria Ayde Montes Yáñez, quien participa en proyectos a gran escala de reforestación del campo y formas sustentables de cultivo, dijo que “de todas las unidades de producción agropecuaria activas que presentaron pérdidas por algún factor climático o biológico en México, 72.19 por ciento tuvo un siniestro climático debido a sequías”.

Comentó que la sequía que se registró en el país en el 2023 afectó 66.87 por ciento del territorio y que fue el principal factor que mermó la producción agropecuaria en 31 de los 32 estados.

Ante ello, dijo que “son varias las organizaciones civiles que, ante la falta de respuestas de los gobiernos, han tomado iniciativas de reducción del consumo de agua y siembra sustentable, ya que de no mejorar las buenas prácticas, México podría perder en 2025 un 87 por ciento de su producción de siembra de diversos productos”.