Talleres Gráficos de México libra la “crucifixión”

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mauricio Flores
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En las últimas semanas corrieron diversas versiones —incluso señalamientos de representantes de partidos en el Instituto Nacional Electoral— de que no habría capacidad para entregar los cientos de millones de boletas electorales requeridas para el próximo 2 de junio, aduciendo que Talleres Gráficos de México (TGM) carecía de capacidad para tan delicada tarea…, pero esa “crucifixión política” quedó en petardo de Judas, pues la paraestatal, a cargo de Maribel Aguilera Cháirez, demostró tener capacidad para ello.

Así, TGM sumó capacidades jurídicas, financieras, administrativas, técnicas y operativas, al contar con un mayor número de maquinaria para proveer papeletas y equipamiento de casillas tanto para las elecciones federales y locales, amén de contar con capacidad adicional si se requiere más insumos para los organismos electorales estatales (OPLE).

El cumplimiento de ello se inscribe en el marco del convenio interinstitucional de colaboración entre TGM con el Instituto Nacional Electoral (INE), que encabeza Guadalupe Taddei, para el cumplimiento de las metas de producción y con ello generar certeza ciudadana sobre el “componente físico” de las próximas elecciones. En dicho convenio también se precisó que TGM ofrecerá a los OPLE precios menores y mayor calidad en los servicios integrales a los ofertados por posibles proveedores privados.

Como se comentó en este espacio, quedó demostrado que TGM cuenta con la maquinaria necesaria para cumplir los compromisos adquiridos, así como con el personal calificado con experiencia en procesos electorales: su plantilla de estructura suma alrededor de 900 personas, dirigidas de forma estratégica bajo un plan de producción, supervisión y de logística necesario.

Con estas acciones, los que quedaron enredados en cohetones fueron las firmas de subcontratación, acostumbradas en pasadas administraciones en hacer “roncha” que intermediaban la maquila de los materiales dado que tenían “palancas”, pero carecían de capacidades de producción y de gestión y, por ello, provocaban cualquier cantidad de desaseos y truculencias.

Ahora, TGM tiene validación de su órgano interno de control para realizar la producción encomendada, lo cual garantiza la transparencia de sus procesos y confirmando que no existe margen de beneficio alguno a empresas privadas, y descartando fehacientemente la existencia del algún vínculo político financiero que representase conflicto de interés de Aguilera Cháirez con terceras personas.

Hasta aquí, las cosas bien.

Peñoles-Fresnillo, Viacrucis. En los casi 30 años de columnista, quien esto escribe pocas veces ha recibido tanta “retroalimentación” sobre los asuntos aquí abordados en torno a Peñoles y Fresnillo; pocas veces tanta gente ha tratado de investigar quién “te dio la nota”.

Pero como a las fuentes se les protege como quien protege el secreto de confesión, se intentará orientar un poco a los interesados. De entrada, este columnista no es chismoso: aunque le pueda gustar escuchar algunos chismes, la información allegada es investigada y validada lo más posible. Así que a los dolientes por Peñoles, Fresnillo, Baluarte y Metmex, sólo se les recomienda enviar sus inquietudes al presidente del consejo, Alejandro Bailleres Gual.

Este gesto de bonhomía se hace porque debe ser feo tener encima 4 jefes en pugna: un filósofo que le quiere ganar al ingeniero y el ingeniero ganar al director financiero y éste a todos. Cuatro coronas de dolor, pues. Pero este columnista ignora de quién fue la “ideota” de crear Baluarte para dar servicios a las operaciones, tampoco quién se enamoró de las relaciones gubernamentales y olvidó las reservas mineras; tampoco quién debía operar una refinería y operó las páginas sociales en Torreón; resulta un misterio a quién designaron jefe de personal y entendió ser el jefe de todos.

Y en lo que su servicio “de inteligencia” llamado Watch Tower Project analiza si esta columna tiene menos lectores que clientes una carnicería en Viernes Santo, esto es lo que sí se sabe: hace unos días la acción de Peñoles tocó su nivel más bajo desde hace 15 años, que sus operaciones bajaron 40%; y que su área de sistemas casi ha comprado 50% más softwares hasta tener un Babel informático con hasta 4 programas diferentes por empresa.

En fin, como nieto de un minero, quien esto escribe quizá les pueda sugerir humildemente que regresen a lo básico: un jefe, un pico y una pala.

Murat “arma” explanada mitinera. Circulan videos en redes sociales (en manos de este columnista) donde se advierte que equipo pesado, propiedad del municipio de Huatulco, se afana en un terreno en Chaue cuya propiedad se adjudica al exgobernador oaxaqueño Alejandro Murat, para preparar una plaza en donde hoy se espera realice un evento de campaña de Morena. Usar recursos públicos para campañas está prohibido… y sí los Murat pagan los arreglos de uno de sus terrenos, la pregunta es ¿quién pompó?

Víctor Hugo, triatlón en RP. El destacado periodista de investigación Víctor Hugo Arteaga, fundador de Xpectro FM, se sumó al equipo de comunicación de Ana Gabriela Guevara, directora del Consejo Nacional del Deporte. En calidad de amigos mutuos (ambos son sonorenses) la relación profesional entre ambos personajes implica cuando menos tres retos, considerando que Arteaga ha denunciado sistemáticamente actos de corrupción del gobierno, incluyendo esta administración, y que Guevara ha estado al centro del escándalo: 1) transparencia informativa; 2) construcción de una imagen real de la Conade a fin de sexenio; y 3) fortalecer la amistad.

Mucho éxito.

Esta columna con todo y columnista se toman un santo reposo y amenaza regresar el primero de abril.