Curvas de la derecha

CIVITAS

Salvador Guerrero Chiprés*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Salvador Guerrero Chiprés
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Los populismos económicos de derecha en el mundo tienen dos elementos comunes: negación del crecimiento y estabilidad logrados con administraciones previas, y la promesa de redistribución de la riqueza a partir de una reducción tributaria. 

Ocurrió en España, Inglaterra, Estados Unidos o Argentina, en el pasado y en el presente, con Reagan o Trump, con Thatcher, Milei o Vox, y se asoma en México en la propuesta de condonar el Impuesto Sobre la Renta a quienes ganen menos de 15 mil pesos.

Hasta cierto punto es natural y entendible —aunque no compartible— que los partidos de derecha jueguen con el tema de la reducción de impuestos. A las y los contribuyentes les gustaría no pagarlos o pagar menos. Ningún candidato o candidata promueve en campaña revisión al alza de los impuestos.

Con argumentos tradicionales del populismo más progresista —defensa de lo nacional, del pueblo frente a las élites, del poder adquisitivo, una retribución salarial justa, mayor presencia del Estado—, estas derechas populistas ejecutan modelos en sentido contrario a lo planteado.

La propuesta lanzada el domingo durante el segundo debate presidencial por la candidata del PRI-PAN-PRD, Xóchitl Gálvez, acerca de condonar el ISR, se inserta en esos rasgos. Es, por supuesto, omisa ante los resultados del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en materia económica.

En las estimaciones más conservadoras, como las del TEC de Monterrey, un plan como éste provocaría que la recaudación baje hasta un punto del PIB.

A cinco meses del cambio de gobierno, el modelo planteado por la candidata con mayores preferencias ciudadanas para ser la primera Presidenta del país, Claudia Sheinbaum, se enfoca en la continuidad del fortalecimiento del salario mínimo —con un aumento de 172.7 por ciento entre 2018 y este año— y la creación de empleos. Una estrategia respaldada por sectores financieros y reconocida por la Cepal. El BBVA estima que aún hay espacio para el crecimiento del salario, factor importante en el desarrollo económico actual.

Sergei Guriev y Elias Papaioannou, en The political economy of populism, advierten en contra de las políticas basadas en promesas de redistribución de la riqueza y menos impuestos, las cuales generan pérdida en el poder adquisitivo y beneficios para las clases altas y medias-altas.

En economía, en la década de los 70 se acuñó la teoría de La Curva de Laffer, que ejemplifica una campana dividida en dos. En la primera, los ingresos por impuestos aumentan conforme sube el tipo impositivo; en la segunda parte de la curva, la recaudación cae mientras el gravamen continúa su alza. Éste era el argumento de la derecha liberal para asegurar la posibilidad de reducir impuestos e incrementar la actividad económica.

No dio resultados. En España e Inglaterra aumentó el gasto de familias y empresas, además de reducir los ingresos tributarios.

En su caída en las preferencias electorales, incluido un eventual riesgo de debilitar su segundo lugar, la candidata de la derecha lanza curvas ante una audiencia incrédula.