Preocupa a DH plan de Bukele contra pandillas

La Oficina de la Alta Comisionada de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), Michelle Bachelet, externó su preocupación por el aumento de penas de prisión contra los pandilleros en El Salvador.

En respuesta, el presidente Nayib Bukele anunció nuevos cambios legislativos para “utilizar todo el armamento, dinero y bienes incautados a las pandillas” para reforzar la estrategia y acabar con estos grupos delictivos.

A poco más de una semana del Estado de excepción en la nación, la vocera de Bachelet, Liz Throsell, calificó de “innecesario y excesivo” el apretón contra los integrantes de grupos como la Mara Salvatrucha (MS-13) con múltiples operativos para catear viviendas y detener a los responsables de la ola violenta.

En tanto, la Policía presumió que el plan sigue dando resultados, pues ya suman seis mil criminales detenidos, ante lo que el organismo señaló que tales aprehensiones son ilegales, pues no hay órdenes de arresto de por medio y se busca juzgarlos sin comparecencias con una figura jurídica in absentia y también eliminó el límite de dos años de prisión preventiva.

La ONU refirió que lo más inquietante son las violaciones a derechos humanos y aunque estos grupos representan un gran desafío a la seguridad no hay proporción con los cambios, mismos que contemplan severas condenas contra cabecillas o integrantes de estos sectores, incluso de hasta 20 años contra niños y adolescentes, quienes podrían purgar sus sentencias en centros de detención para adultos.

En un comunicado, el organismo apuntó que “preocupa profundamente ciertas modificaciones del derecho y del proceso penal”, al considerar que tales acciones podrían incurrir en tortura.

Por ello, exhortó al gobierno salvadoreño a ajustar las medidas al señalar que “es imperativo que esto se haga respetando el derecho internacional de los derechos humanos”.

Sin embargo, ante los señalamientos, Bukele sólo replicó una nota sobre el mensaje de la ONU en Twitter, pero

reiteró que no atenderá reclamos de organismos que están más preocupados por los pandilleros que por la población que es víctima de la delincuencia.

Incluso, horas antes el mandatario salvadoreño advirtió a los organismos preocupados a ir por los pandilleros y sacarlos de El Salvador, pues no reducirá las medidas que están dando resultado.

Incluso antes sentenció que no descarta dejar sin alimentos a los casi 20 mil pandilleros recluidos al aseverar que ningún pandillero ni homeboy “volverá a comer un arroz y vamos a ver cuánto duran”, luego de supuestas versiones de que las pandillas alistan represalias o venganza contra la ciudadanía inocentes.

“Hagan eso y no va a haber un solo tiempo de comida en las cárceles”, retó a los criminales que siguen libres y causando terror en las calles, y los exhortó a mantenerse tranquilos, incluso a dejarse arrestar para evitar la persecución y garantizar al menos dos comidas al día tras las rejas, luego de eliminar una de éstas por la violencia de las últimas semanas.

Y horas más tarde, usó nuevamente su cuenta de Twitter para adelantar nuevas acciones contra los criminales y lanzó “envié otra iniciativa de ley para que el Estado pueda utilizar el armamento, dinero y bienes incautados”, para asignar más presupuesto a las fuerzas de seguridad. Y hasta presionó a la Asamblea Nacional al recordar que sólo su aval garantizará que está del lado del pueblo.

Asimismo, planteó prohibir el grafiti alusivo a las pandillas, al recordar que éste puede atraer a los jóvenes a sumarse a la criminalidad.