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10 cabos sueltos

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

A los simpatizantes de López Obrador que dicen “Acabó el sexenio y no somos Venezuela”, hay que recordarles que la Venezuela de Chávez y Maduro no se hizo en seis años, y que hoy, en México, la concentración de poder en manos del presidente es mucho mayor que hace seis años, lo cual nos asemeja a Venezuela.

II

 Tratándose de jueces, magistrados y ministros, ¿qué es mejor? ¿La meritocracia, que lleguen los mejores? ¿La democracia, que lleguen los que elija la mayoría? ¿La elección de la mayoría da como resultado la llegada los mejores? Además, ¿quién elegirá, cómo y por qué, a quienes elija la mayoría?

III

¿Cuál de estas tres afirmaciones es la correcta? 1) El gobierno debe garantizar el respeto a tus derechos. 2) El gobierno debe satisfacer tus necesidades. 3) El gobierno debe defender tus intereses.

IV

 El sistema político mexicano sigue siendo, por convicción o por conveniencia de quienes a todo le dicen que sí a López Obrador, presidencialista. El presidente puede más que la Constitución, que la división de poderes, que la voluntad de la mayoría, que los datos correctos.

V

El Estado de Derecho, que en México ya estaba medio chueco, o chueco y medio, ¡enchuecándose cada vez más! ¿Cuánto tiempo tomará enderezarlo?

VI

La Cuarta Transformación en realidad es la Primera Restauración del PRI.

VII

Una reforma al sistema de impartición de justicia, con la intención de mejorarla, ¿que parte de injusticias e ilegalidades? Que alguien nos lo explique.

VIII

El mismo argumento que se usa para oponerse a la elección popular de jueces, magistrados y ministros, que no garantiza que lleguen los mejor preparados para el puesto, ¿no es también válido para la elección popular de presidentes, gobernadores y alcaldes, de diputados y senadores?

IX

No, la amenaza y el problema no es ESTE o AQUEL gobierno, por lo que si es ESTE no es AQUEL o si es AQUEL no es ESTE. La amenaza y el problema, en mayor o menor medida, de una u otra forma, pero siempre en alguna, es EL gobierno, CUALQUIER gobierno, con sus tres poderes: obligar, prohibir y castigar.

X

En democracia los ciudadanos podemos elegir, solamente, a quienes previamente eligieron los políticos. La democracia, como elección ciudadana, es muy limitada, porque de entrada es partidocracia, elección cupular.