Adopta una planta en peligro de extinción en la UNAM

larazondemexico

Adoptar ha dejado de ser un término único para el apadrinamiento de niños o de mascotas, ya que desde hace tres años el Jardín Botánico del Instituto de Biología de la UNAM inició el Centro de Adopción de Plantas Mexicanas en Peligro de Extinción, un espacio que tiene como objetivo la preservación y rescate de especies amenazadas.

Cactáceas y crasuláceas de distintas formas, tamaños, edades y colores, abundan en el catálogo que el Jardín Botánico ofrece a los futuros padres adoptivos, quienes a cambio de una cuota de recuperación pueden adquirir un ejemplar que viva de 18 años hasta 200.

“Quisimos cambiar el concepto de compra donde uno puede conseguir fácilmente una planta, por esta idea de adquirir un compromiso, ya que en caso de que el ejemplar desaparezca, podemos contactar al adoptante para propagar la especie y evitar su extinción”, comentó a La Razón la Bióloga Linda Balcázar, Coordinadora del Centro de Adopción e iniciadora del proyecto.

Mencionó que desde octubre del 2013, fecha en la que inició el programa en coordinación con el Dr. Javier Caballero, los resultados han sido favorables ya que se han dado en adopción más de 16 mil plantas a aproximadamente 13 mil personas quienes se llevan de uno a diez ejemplares.

“Pienso que el programa ha sido exitoso porque responde a la preocupación del público sobre la pérdida de la diversidad mexicana y la alteración del hábitat... esta es una forma de ayudar al medio ambiente”, afirma Balcázar.

Actualmente la transformación de los ecosistemas, el crecimiento de las ciudades y el uso ornamental de las plantas sin conciencia, ha hecho que de 25 mil especies que existen en el país, 900 se encuentren en categoría de riesgo. De estas, la UNAM cuenta con 300 y 80 han sido puestas a disposición del público.

Debido a la delicada situación en la que se encuentran, el Centro de Adopción cuenta con una base de datos donde se puede conocer el lugar de residencia de los padres adoptantes así como cuáles son los ejemplares que poseen, además se realiza un seguimiento sobre el estado de las plantas.

“Afortunadamente tenemos una comunidad de padres muy responsables que se preocupan por sus ejemplares... cuando estos se enferman y los traen a nuestra clínica, llaman preguntando por su estado y nos dicen: ‘cuiden a mi hija, por favor, ¿cómo esta?, ¿ya se recuperó?’”, menciona la coordinadora del proyecto.

El papel del padre adoptivo es crucial para la conservación, ya que uno de los objetivos del proyecto es que con la reproducción se logre sacar a estas especies de la norma de amenazadas.

Y lo mejor es que cualquiera puede convertirse en un protector de ejemplares. Lo único que se tiene que hacer es acudir al Centro de Adopción que se encuentra en la tienda “Tigridia” del Jardín Botánico de la UNAM, elegir una planta, llenar un formato de registro y cubrir la cuota de recuperación. Posteriormente se entrega un certificado de adopción, el cual es importante conservar ya que avala la legalidad de la planta, además de que incluye el instructivo de cuidados así como información básica de la especie.

Para conocer más sobre el proyecto se puede ingresar a la página www.ib.unam.mx/jardin/adopcion o buscarla en Twitter y Facebook como Adoptaplanta, en donde hay recibir información sobre los cuidados y tipos de especies con las que cuentan en ese momento.