Literatura

El poema es una forma de resistencia: Segura

Publica libro provocativo en los lindes del feminismo y la disidencia sexual; aborda relaciones lésbicas desde consumaciones subversivas

La autora, en una fotografía de archivo.
La autora, en una fotografía de archivo.Foto Cortesía: Almadía
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Yolanda Segura (Querétaro, 1989), poeta, tallerista y docente, ha publicado varios volúmenes de poesía (O reguero de hormigas, 2016; Persona, 2019; Serie de circunstancias posibles en torno a una mujer mexicana de clase trabajadora, 2021...) desde una perspectiva en que una escisión, tanto estructural como lingüística, desborda los ecos de rostros y cuerpos en las rutas del recuerdo personal y la complicidad con interpelaciones sediciosas.

En las mesas de novedades de las librerías encontramos estancias que por ahora tienen luz y se abren al paisaje (Editorial Palíndroma, 2021), el más reciente cuaderno de versos de Yolanda Segura. “Desarrollar una forma de / escritura y de pensamiento que / no responde a un sistema, sino / que sigue la idea de / interrupción del discurso, en el / cual hay ‘nada que explicar sólo / que mostrar’”: advierte la protagonista de este catálogo de acasos luminosos, rictus y miradas extraviadas.

¿Sólo poemas lésbicos? Entramos a los folios de estos ámbitos que arropan espiritualidades subversivas y somos testigos de recelos, brechas, fugacidades, asombros, sombras, luces, afanes y deslices: “como aquella vez que nos besamos para despedirnos: / una mujer esperaba en el semáforo, nos vio y volteó la / cara para hacer como que no existíamos: // regresó para mirarnos otra vez //entonces risas y más besos. te quiero / que tengas buen día”.

“Como en ningún otro de los libros de Segura, aquí brotan de un único géiser la desobediencia de la lengua poética y la disidencia sexual en un solo chorro inconmovible”, ha dicho la escritora peruana Gabriela Wiener. Lo afectivo, río de un agua que se multiplica y avizora nuevos indicios: “el cuerpo sigue siendo el mismo / en cambio, modifica su uso, su dinámica / sus formas de aproximarse a otros cuerpos”, reitera la voz vagabunda de estas moradas infundidas por tentaciones.

“Siempre me he propuesto trastocar los esquemas expresivos. Este nuevo poemario no tiene propiamente una intención provocadora, pero en las enunciaciones se presagia una dislocación que va agrietando todas las posibilidades en busca de otro paisaje. Los afectos se bifurcan, se alimentan en otras periferias. Transgresión y también preguntas ante los miedos. Sigo insistiendo en el poema como una forma de resistencia”, expresó en entrevista con La Razón Yolanda Segura.

¿Su libro de más evidencia lésbica? No me lo propuse así; pero, sí en este libro hay una exposición homoerótica más descarnada, pero también lúdica. Poemas adyacentes uno con otro en paseos por circunstancias comunes de una pareja lésbica.

¿Voz femenina que conversa y va evocando episodios amatorios con su compañera? Más que todo esa voz expone y cuestiona a la ‘república de los viriles’, ese mundo heterosexual como lo conocemos ahora. Hay una celebración que se abre camino a muchas posibilidades, como aquella de un sitio construido por mujeres y habitado sólo por mujeres que se preparan para defenderse.

¿La transgresión, una ruta para no ultimar el amor? En uno de los textos se aborda ese tema desde la pregunta de cuántas transgresiones se pueden cometer y cuántos espacios estéticos y políticos alcanzan precisamente hasta alcanzar el agotamiento del amor.

¿La disidencia sexual es una cuestión política o estética? Todas las veredas, todos los rumbos de este libro se encaminan a darle un sentido a una posible respuesta de esa interpelación de resonancias muy presentes en nuestro contexto.

estancias que por ahora tienen luz y se abren hacia el paisaje
estancias que por ahora tienen luz y se abren hacia el paisaje
Estancias que por ahora tienen luz y se abren hacia el paisaje
  • Autora: Yolanda Segura
  • Género: Poesía
  • Editorial: Palíndroma, 2021