Cuatro poemas inéditos

Cuatro poemas inéditos Foto: Pixabay

FLECHA NEGRA

Yerran los historiadores

como una punta escapa a su diana.

La Guerra de las Dos Rosas

no se libró en Inglaterra ni a finales del siglo XV.

Tuvo lugar a inicios de los años setenta

en Sebastián Elcano, 11 (Sevilla),

y no enfrentó a dinastías:

la veíamos

unidos mis hermanos y yo.

Nada de rojo o blanco remotos

en unas flores.

En blanco y negro,

luchaban en no sé cuántas pulgadas.

Venciera quien venciera, esto sé bien:

nosotros fuimos

los derrotados.

SANGRE GRIEGA

Un poco de mi sangre queda en Grecia

como de héroe argivo o de Pelida,

sangre vulgar de hombre transformado:

hecatombe al mosquito que al chuparla

mezcla en la cratera de su vientre

mi vino con el vino de los dioses,

los inmortales padres de los dánaos.

Un poco de mi sangre queda en Grecia

llevada por la lanza del alífero.

Un poco de mi sangre queda en Grecia

en efímera lid y para siempre.

LUNAS

Platos de bambú entrecruzado

con rectas hechas círculos

en las que llueve como ahora

lejos, aquí.

Como lunas del haiku aquel de Basho,

en esta página

japoneserías de casa de mis padres.

Aquellas paredes, estanques

que vuelven a vibrar ahora

iluminados.

Me cala su aguacero

descrito en las imágenes

de este ideograma de amor:

sesgadas paralelas

que lo humedecen todo.

La luna, esa lengua materna

llena en los labios

que la pronuncian.

SARMIENTO, DELANTAL...

Sarmiento, delantal, cronista, vago,

rebanadas, moldura, amorfo, sastre,

perejil, obrador, magenta, liendre,

argolla, locutor, encuadre, grumo,

atributo, tulipa, herbario, cacha,

pintalabios, batuta, burbujeo,

condensación, gabán, costura, circo.

Palabras que jamás en mis poemas

han vivido, y ahora se me mueren

de vírgenes y viejas, arrugadas,

vocablos en los labios que abre un mudo.

  • Estos poemas forman parte del libro Luna sin rostro, que será publicado por la editorial española Pre-Textos.