FLECHA NEGRA
Yerran los historiadores
como una punta escapa a su diana.
La Guerra de las Dos Rosas
no se libró en Inglaterra ni a finales del siglo XV.
Tuvo lugar a inicios de los años setenta
en Sebastián Elcano, 11 (Sevilla),
y no enfrentó a dinastías:
la veíamos
unidos mis hermanos y yo.
Nada de rojo o blanco remotos
en unas flores.
En blanco y negro,
luchaban en no sé cuántas pulgadas.
Venciera quien venciera, esto sé bien:
nosotros fuimos
los derrotados.
SANGRE GRIEGA
Un poco de mi sangre queda en Grecia
como de héroe argivo o de Pelida,
sangre vulgar de hombre transformado:
hecatombe al mosquito que al chuparla
mezcla en la cratera de su vientre
mi vino con el vino de los dioses,
los inmortales padres de los dánaos.
Un poco de mi sangre queda en Grecia
llevada por la lanza del alífero.
Un poco de mi sangre queda en Grecia
en efímera lid y para siempre.
LUNAS
Platos de bambú entrecruzado
con rectas hechas círculos
en las que llueve como ahora
lejos, aquí.
Como lunas del haiku aquel de Basho,
en esta página
japoneserías de casa de mis padres.
Aquellas paredes, estanques
que vuelven a vibrar ahora
iluminados.
Me cala su aguacero
descrito en las imágenes
de este ideograma de amor:
sesgadas paralelas
que lo humedecen todo.
La luna, esa lengua materna
llena en los labios
que la pronuncian.
SARMIENTO, DELANTAL...
Sarmiento, delantal, cronista, vago,
rebanadas, moldura, amorfo, sastre,
perejil, obrador, magenta, liendre,
argolla, locutor, encuadre, grumo,
atributo, tulipa, herbario, cacha,
pintalabios, batuta, burbujeo,
condensación, gabán, costura, circo.
Palabras que jamás en mis poemas
han vivido, y ahora se me mueren
de vírgenes y viejas, arrugadas,
vocablos en los labios que abre un mudo.
- Estos poemas forman parte del libro Luna sin rostro, que será publicado por la editorial española Pre-Textos.