Miénteme más

Ojos de perra azul

Miénteme más Cortesía de la autora

te escribo porque no me atrevo a hablarte de frente, a decir la verdad, contarte de dónde vengo y a dónde fui, a quiénes he amado y abandonado, como quizás te ocurra. Lo relataré por escrito para mentirte mejor. Si me lees vas a creerme, aunque sea lo contrario.

La expresión oral nunca ha sido lo mío. Trazar las letras con gotas de sinceridad, dominar la coordinación cerebro-ojos-mano resulta más verosímil que la ambigüedad vocal de mis labios. Me habitan silencios que son nubes; sonidos abstractos crean ecos, reflejos y prismas. Pienso y siento el volcán de la vida, pero no sé cómo pronunciarlo en voz alta. Enmudezco, la erupción va por dentro; apago el incendio, el fuego cesa, me quedo en abismos. La hoja en blanco aguarda ansiosa mi confesión. Tomo el lápiz con el índice y el pulgar, entre la palma ardiente. Parece tener ánima propia, se desliza por los bordes del cuaderno, patina dejando caminos y manchas, hasta rodar por el suelo y romperse la punta, no soporta la falsedad que confieso. Fingir es fácil cuando tecleo. El lenguaje no se me escapa, lo capturo en tinta negra, indeleble. Las palabras te van a convencer de que te quiero, mis frases fabrican romances e idilios para ilusionarte. Juro con sangre impresa que seré tuya hoy, siempre y mañana. Soy nueva, virgen, inocente, defiendo el amor puro y eterno. Soy fiel y leal, no existen más hombres, mis ojos sólo te miran a ti.

Fingir es fácil cuando tecleo. El lenguaje no se me escapa, lo capturo en tinta negra

MENTIR POR ESCRITO es mi oficio, manipulo los verbos, acomodo a conveniencia los significados, digo una cosa por otra, invento términos para confundirte aún más. Si apunto ideas las empalmo con la realidad, ordeno los pensamientos, formo oraciones que aparentan ser sensatas y claras. Pretendo ser otra y no soy, soy lo que tú quieras creer. Al anotar no tartamudeo, no uso muletillas, no balbuceo, semejo estar cuerda, ser sensata y veraz. Sueno tierna en caligrafía, dulce en papel; redacto con mieles las maldades de experiencias pasadas, te persuado en poemas que no soy de prosa falaz.

Te escribo porque no puedo mirarte a los ojos, falsifico en párrafos lo que acaso avergüenza. En las noches te envío mensajes donde narro mis supuestas leyendas en rosa, ahí soy princesa distinta a la femme fatale que escondo entre líneas. Te amo y te miento, lo afirmo en esta columna, mi querido amante y lector, para que todos sepan la verdad de mi engaño.

* Eres justo innecesario.

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