Desde hace tiempo Pixar ha dejado de ser total garantía en cuanto a historia y concepto, más allá de los altos estándares visuales que siempre lucen sus producciones. A la sombra de joyas animadas que van de Toy Story, Toy Story 2, Monster Inc y Buscando a Nemo, a WALLE, Up, Ratatouille o Inside Out; existen muy regulares propuestas. Tal es el caso de Buscando a Dory y Monster University, o las cada vez peores entregas de la franquicia de Cars, que sólo se ha extendido en un afán por vender más juguetes. Ahora dicha circunstancia vuelve a quedar en evidencia con el estreno de Los Increíbles 2, tardía secuela de la que quizás no sea una de sus mejores películas, pero si una de las más emblemáticas y divertidas.
[caption id="attachment_754255" align="alignright" width="210"] Los Increíbles 2. Dirección y guión: Brad Bird. Música: Michael Giacchino[/caption]
La historia —nuevamente escrita y dirigida por Brad Bird—comienza en el momento exacto en que se quedó la primera entrega, y nos muestra como Mr. Increíble, junto con su esposa y sus tres hijos, sufren las consecuencias de usar sus poderes a pesar de que la ley lo prohíbe. Así, obligados a llevar una vida común y en una situación complicada, ya sólo apoyados por su amigo Frozono, se les presenta la oportunidad de cambiarlo todo, al participar en una campaña para impulsar el regreso de los superhéroes. Esto no sólo los pone en la mira de un desconcertante criminal, sino que les hace replantear sus respectivos roles dentro de la familia.
Sin perder los rasgos que convirtieron a su predecesora en una entrañable parodia—homenaje a las películas de superhéroes y las aventuras clásicas de agentes secretos, en Los Increíbles 2, la apuesta es por apuntarse dentro de la actual tendencia de empoderamiento femenino, por lo que ceden el protagonismo a las mujeres. La maniobra resultaba bastante interesante e ideal para acentuar la naturaleza de comedia de familia, propia del concepto original, pero el problema es que el planteamiento es tibio y solo redunda en una serie de lugares comunes y situaciones predecibles, para una película que salvo los momentos en los que aparece el pequeño Jack Jack y la célebre Edna Moda, apenas y resulta simpática. Por si fuera poco, las motivaciones del supervillano en cuestión son incongruentes y gratuitas, haciendo del conflicto principal algo intrascendente.
[caption id="attachment_754254" align="alignnone" width="709"] Brad Bird, director de animación y guionista. Otras películas: Ratatouille y El gigante de hierro[/caption]
Eso si, la simpatía de los personajes sigue intacta y se ve reforzada por el buen quehacer de los actores Consuelo Duval y Victor Trujillo, encargados de repetir las voces principales en español. Como es costumbre tratándose de una producción de Pixar, el acabado visual es impecable y espectacular. Sin embargo, eso no es suficiente para compensar las deficiencias ya mencionadas, amén de lo convencional de todo el asunto que se queda lejos del ingenio y frescura que caracterizaba a dichos estudios, y sólo cumple como entretenimiento.