Activistas e integrantes del colectivo Mujeres de Negro colocaron arreglos florales y veladoras en honor a Marisela Escobedo frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua para exigir justicia a una década de su homicidio, al asegurar que éste sigue impune.
Las manifestantes acudieron al lugar en el que fue asesinada de un disparo en la cabeza la enférmela de profesión mientras exigía dar con el paradero Sergio Rafael Barraza, señalado por el feminicidio de su hija Rubí Marisol Frayre.
En algunos de los arreglos, colocados a las puertas del inmueble junto a la placa colocada en el lugar en el que fue asesinada se leen mensajes en los que se reconoce su lucha, como “para una madre en busca de justicia para su hija”.
Además, colocaron pancartas con la imagen de la mujer que realizó una campaña para dar con el asesino de su hija, luego de que fuera liberado en 2010 supuestamente por pruebas insuficientes en su contra; incluso Marisela realizó manifestaciones y caminatas hacia la Fiscalía estatal para exigir su aprehensión.
Esto pese a que confesó al momento de su arresto —en Zacatecas— que mató a Rubí y reveló el lugar en donde abandonó los restos de su pareja, con quien tuvo una niña en 2008.
Desde días pasados, se convocó en redes sociales a participar en la protesta y colocar #UnaVelaParaMarisela y advirtieron que su movimiento no parara hasta que “no exista un feminicidio más”.
Dos años después del crimen de Marisela, autoridades detuvieron al presunto asesino, pero la familia desmintió la información, pues no lo reconocieron; sin embargo, el sujeto fue condenado por el crimen y tiempo después fue asesinado en la cárcel.
srv