El huracán Agatha dejó a su paso por Oaxaca una estela de destrucción, que incluye casas derribadas, inundaciones, desbordamiento de ríos, deslaves en carreteras y zonas habitadas, comunidades sin servicios básicos e incomunicadas y un saldo de, hasta el momento, 12 muertos y siete desaparecidos. El secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, arribó el miércoles por la mañana a la Base Aérea Militar número 15, ubicada en el municipio de San Juan Bautista de la Raya, para evaluar los daños que dejó el huracán. Más tarde, el coordinador de Protección Civil de Oaxaca, Óscar Valencia, reportó que ya fueron recuperados los cuerpos de nueve de las 12 víctimas que dejó el meteoro. Por la mañana, la presidenta municipal de San Pedro Pochutla, Saymi Pineda Velasco, indicó que en varias comunidades hay “casas enterradas”, no hay agua potable y en las palapas de Puerto Ángel, Zipolite, Zapotengo y otros centros turísticos tradicionales de esa región de la costa, hay pérdida total. Explicó que en esas zonas muchas personas viven en los cerros y las laderas, los cuales se ablandaron por la lluvia y se vinieron abajo, por lo que gran parte de los caminos están bloqueados. “La situación en el municipio es desesperante, no han llegado los víveres, se hará un recorrido en las principales afectaciones, que es prácticamente el 80 por ciento de nuestro municipio”, detalló en entrevista televisiva. Inicialmente se reportaban 33 desaparecidos y cuando se pudo restablecer la comunicacion con algunas comunidades, autoridades fueron informando de la localización de algunas personas. Ante la situación, el presidente municipal de Santa María Tonameca, César Ruíz Gutiérrez, pidió “la inmediata atención” del gobierno estatal y federal para atender la devastación que dejó el meteoro en el municipio. “Tonameca está devastado por el huracán Agatha, a nombre de todos los afectados, hombres y mujeres del campo, amas de casa, prestadores de servicios turísticos, de autoridades auxiliares, pedimos al Presidente López Obrador y al gobernador Alejandro Murat que vengan a una gira de trabajo, a caminar, a ras de piso para conocer de primera mano la devastación de mi municipio”, refirió el edil. Habitantes de algunas comunidades, como Del Perdiz, Pluma Hidalgo, Unión de Guerrero, Xanaguia y otras de la Sierra Sur, solicitaron les proporcionen víveres vía aérea como agua embotellada, alimentos enlatados, cobijas, impermeables y linternas, pues aseguraron que perdieron todo. Además, en la comunidad Juan Diegal, las 28 familias del lugar perdieron sus casas, por lo que solicitaron víveres y colchonetas, ya que permanecen en el albergue que las autoridades instalaron en la Casa de la Cultura de la cabecera municipal. Ayer, por segundo día consecutivo, más de cuatro mil servidores públicos de los tres niveles de gobierno ayudaron a retirar los árboles caídos, piedras, láminas, tejados, maderas y cualquier objeto que fue derribado por los vientos máximos sostenidos de 165 kilómetros por hora que llegó a alcanzar el huracán. El viento y la lluvia también dieron cuenta de varios automóviles, algunos de los cuales quedaron volcados y hundidos en el lodo. En tanto, en lugares en donde no ha llegado la ayuda, como en las comunidades incomunicadas de San Mateo Piñas y San Pedro Pochutla, los mismos habitantes empezaron con la limpieza de sus casas o de lo que quedó de ellas y de las calles. Con botes, retiraron el lodo que el agua dejó en sus viviendas, colocaron techos improvisados en donde se cayeron los originales y pusieron sus pertenencias en sitios seguros. Por la noche se dio a conocer que ya se cuenta con la declaratoria de emergencia para los 25 municipios afectados y se trabaja en la declaratoria de desastre. Doña Hermelinda, habitante de la comunidad de Santa María Tonameca, comentó que sus vecinas le habían dicho que el huracán Agatha pegaría en Puerto Escondido y se confió que no pasaría a mayores. “Estábamos muy confiadas cuando los fuertes vientos arreciaron, no nos dio tiempo de prepararnos, empezaron a volar láminas, caída de árboles, se fue la luz y corrí a la casa de mi suegra que es de loza. “Después estuvimos en calma de 10 minutos y luego empezó a correr el viento más fuerte al revés, ocasionó más destrucción entonces volaron más láminas y esto duró como cinco horas, poco después subió el nivel del río de Tonameca e inundaron las casas”, expresó la mujer vía telefónica. En tanto, Jesús, de la localidad de Puerto Ángel, relató que estaba tomando unas cervezas con sus amigos cuando los sorprendió el viento. “Tenía conocimiento de Agatha, pero la verdad no creía que fuera a ocurrir… el viento estaba muy fuerte y me quedé en casa de uno de mis amigos, fue muy fuerte la crecida de la bahía… llegué a la casa y estaba inundada al igual que mi tienda y la motocicleta que usaba para hacer mandados la encontré hasta la bahía”. José Jorge Romero Cruz, reportero de Puerto Global, expresó que la escuela primaria y kinder en Puente Coyula, en Huatulco, fueron cubiertas por el río y ambas construcciones tienen una gran cantidad de lodo y escombros. “Tampoco cuentan con energía eléctrica, además el sistema de agua potable está totalmente colapsado. Muchas casas quedaron inundadas, algunas son pérdida total”, dijo. Betsy Aragón, delegada de Atención Regional del Gobierno estatal en el distrito de Pochutla, dijo a La Razón que en su jurisdicción fallecieron seis personas: tres en Huatulco, dos en Pochutla y uno en San Mateo Piñas.