El secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Gerardo Mérida Sánchez, pidió a los medios de comunicación “unos días para tener certeza” sobre la cifra real de muertos que ha dejado la crisis de violencia en la entidad, que ya rebasó los tres meses.
En conferencia de prensa, el funcionario fue cuestionado sobre el número real de decesos a partir del 9 de septiembre, debido a que el ofrecido el pasado lunes generó polémica y muchas dudas, por lo exageradamente bajo.
En respuesta, Mérida Sánchez indicó que aún no recibe la información completa de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa, y que los datos que le envió de manera preliminar no le convencen.
Reclutan a internos de un anexo para trabajar con un grupo criminal en Mazatlán
“La Fiscalía me mandó algunos datos que no me convencen, porque también nosotros manejamos otras cifras, pero yo les diría, esta parte de los datos, yo quisiera que la Fiscalía reuniera toda la información para con eso poder decirles con certeza”, dijo.
Y pidió: “Quisiera que me permitieran estos días, a ver si el viernes, a más tardar el sábado, podemos tener estos datos, y si no, pues aquí nuestro secretario de Gobierno… yo creo que hay la mejor disposición de que la fiscal nos acompañe y pudiera hacernos algún comentario al respecto”.
El dato que sí dijo tener completo Mérida Sánchez es el de 13 policías que han perdido la vida en hechos de violencia en el marco de la actual crisis, mientras que uno más permanece secuestrado.
“Tenemos homicidios de 13 policías, de éstos, son dos expolicías; en Mazatlán cinco, en Culiacán tres, en Navolato tres, de Policía Estatal dos y uno continúa privado de la libertad”, dijo.
Durante la rueda de prensa, varios reporteros reclamaron a las autoridades estatales por el hecho de que desde hace algunas semanas se dejó de informar cotidianamente sobre los saldos de la crisis de violencia, a lo que el secretario de Gobierno, Feliciano Castro Meléndrez, respondió que la información se dará cuando el caso lo amerite.
En tanto, medios locales reportaron que durante la madrugada de ayer, un comando armado irrumpió en un centro de rehabilitación ubicado en el puerto de Mazatlán, y “levantó” a varios de quienes estaban ahí.
Interrogado sobre este hecho, el titular de la SSP aseguró que no hubo violencia y que los internos se fueron por su voluntad, debido a que llegaron varios sujetos a pedirles “apoyo” y a ofrecerles “trabajo”. Y que, al haber accedido por su voluntad, no hay delito que perseguir.
“Hubo 16 elementos que voluntariamente salieron a seguir a un grupo ahí de sujetos que pedían que los acompañaran a trabajar con ellos”, dijo el secretario de Seguridad.
NUEVAS CAPTURAS. Por la mañana, el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno federal, Omar García Harfuch, informó sobre la detención, en Culiacán, de dos generadores de violencia, uno de ellos identificado por medios locales como operador de alto nivel de Los Chapitos.
Aunque el funcionario no mencionó sus nombres completos, se pudo saber que los detenidos son Paul Alexander Martínez Barraza y Karla Alejandra Arámbula Castellanos, quienes contaban con órdenes de aprehensión por delincuencia organizada, delitos contra la salud y tráfico de armas.
“Tras labores de investigación y acciones operativas para disminuir la violencia en Culiacán, el Gabinete de Seguridad detuvo a Paul “N” y Karla “N”, integrantes de un grupo delictivo que realizaba actos violentos con explosivos y homicidios. Ambos cuentan con órdenes de aprehensión obtenidas por FGR; se tiene conocimiento de que participaron en enfrentamientos y bloqueos”, detalló en sus redes, Omar García Harfuch.
De acuerdo con líneas de investigación generadas por el Centro Nacional de Inteligencia y la Subsecretaría de Investigación, se tuvo conocimiento de que Paul Alexander se encargaba, entre otras tareas, de proveer de armas de fuego y droga a sicarios al servicio de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán.
Mediante seguimiento técnico, análisis e investigación de campo, se identificó que Paul Alexander planeaba realizar agresiones en contra de inmuebles públicos con artefactos explosivos improvisados en la zona de Eldorado, y planeaba el homicidio del propietario de un comercio.
En tanto, Karla Alejandra fue identificada como principal colaboradora de Paul Alexander, encargada de la venta y distribución de droga, además de ser una persona de mucha confianza para los operadores del Cártel de Sinaloa.
Ambos se encuentran vinculados a una célula delictiva liderada por Raúl Carrasco Lechuga (abatido el pasado 23 de junio), quien era un importante líder operativo del grupo delictivo que ahora está dividido entre dos facciones en pugna.