Científicos del Instituto de Investigación del Centro Médico Infantil de UT Southwestern, de EU, han identificado un entorno conocido como nicho, en la médula ósea donde se generan nuevos huesos y células inmunitarias. La investigación fue publicada en la revista científica Nature y en ella se revela que la estimulación inducida por el ejercicio es necesaria para el mantenimiento de esa zona especializada, así como los huesos y las células formadoras de inmunidad que contiene, también descubrieron que la fuerza que se produce al caminar o correr se transmite desde las superficies óseas a lo largo de los vasos sanguíneos arteriolares hasta la médula en el interior de los huesos para que después, las células formadoras de hueso que recubren el exterior de las arteriolas las detecten y posteriormente sean estimuladas a proliferar.