Carlos Beltrán Leyva lavó 5 mdd en 1 año

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Por David Saúl Vela

Carlos Beltrán Leyva y su primo Gerónimo Gámez García —detenido en enero de 2009— eran los principales operadores financieros del cártel de los Beltrán Leyva, también conocido como el cártel de Sonora.

Ellos se dividían las tareas de lavado de dinero, a través de la compra de inmuebles y constitución de empresas; así como el cierre de negocios con otros cárteles de la droga, revelaron autoridades federales.

Por ello eran piezas clave para el grupo que lideraba Arturo Beltrán Leyva, muerto en un enfrentamiento con marinos, el 16 de diciembre, en Cuernavaca.

A Carlos se le atribuye el lavado de al menos 5 millones de dólares, durante el último año, a través de la compra de propiedades y la constitución de empresas.

También se le señala como el hombre que compraba armas de grueso calibre para el cártel de los Beltrán Leyva, en diversos estados de la República.

Asimismo se le atribuye el manejo de parte de la nómina del grupo, principalmente lo relacionado con el pago a autoridades, a cambio de protección en el trasiego de droga.

A Gámez, preso en el penal federal El Rincón, en Tepic, Nayarit, se le señala como uno de los contactos directos entre el cártel de los Beltrán y el cártel colombiano Del Valle Norte.

Este hombre reportaba directamente a Arturo Beltrán e incluso permanecía en Colombia “en prenda” o garantía cuando se realizaba alguna operación de compra-venta y trasiego de cocaína.

Incluso, al ser detenido, el 29 de enero de 2009 en Naucalpan, estado de México, iba con Pablo Emilio Robles Hoyos, El Chaparrito, integrante del cártel del Valle del Norte.

Además era el encargado de comprar cocaína de alta calidad para el cártel de los Beltrán, por lo que frecuentemente viajaba a Panamá y Colombia, donde cerraba los negocios.

Ellos, además de armas, tenían más de un millón de dólares en efectivo, dinero que presuntamente era producto del cierre de un negocio por la compra-venta de un cargamento de droga.

De hecho, cuando era trasladado al penal de máxima seguridad, un grupo de sicarios intentó rescatarlo pero no lo logró pese al enfrentamiento que protagonizaron con agentes federales, ocho de los cuales murieron.

Ayer, Carlos Beltrán Leyva cumplió su primer día de arraigo en una casa de seguridad de la PGR, que lo investiga por delitos de lavado de dinero, contra la salud, delincuencia organizada y violación a la Ley Federal de Armas de Fuego.

fdm

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