Al asegurar que Salvador Cienfuegos no le recomendó al actual titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval, el Presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como vergonzoso y bochornoso el caso de la aprehensión del general en Estados Unidos por presuntos vínculos con el crimen organizado.
Explicó que al actual titular de las Fuerzas Armadas “yo lo nombré porque hice una investigación y me presentaron en la Defensa, el secretario Cienfuegos, sus propuestas, como me las presentó también el secretario de Marina, pero no fueron esas propuestas las que consideré”.
Abundó que de manera libre e independiente decidió quién iba a estar al frente de la Defensa Nacional, y lo mismo en el caso de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), con Alfonso Durazo.
Por ello, dijo que será cuidadoso en los nuevos nombramientos que pudieran darse en el Gobierno federal con la posible designación del nuevo titular de la SSPC ante la decisión de Durazo de buscar la gubernatura de Sonora, y que busca a una persona íntegra, honesta y limpia, que garantice una buena coordinación como lo ha hecho el aún secretario.
(Al titular de Sedena) yo lo nombré porque hice una investigación y me presentaron en la Defensa, el secretario Cienfuegos, sus propuestas, como me las presentó también el secretario de Marina, pero no fueron esas las que consideréAndrés Manuel López Obrador, Presidente de México
“Vamos a seguir cuidando que no haya Garcías Lunas y no se presenten casos bochornosos, vergonzosos, como los que estamos ahora padeciendo con la detención del secretario de la Defensa (de Enrique Peña); vamos a cuidar eso”, destacó.
Cuestionado sobre alguna posible investigación a su antecesor por el caso de general Cienfuegos, dijo que “no nos debemos adelantar, vamos a esperar a ver qué pruebas presentan, lo que pueda decir el general. En estos procesos hay esa característica de que se les propone que cooperen a cambio de una disminución de las penas”.
En un tema relacionado, se pronunció por implementar la figura del “testigo colaborador o protegido”, con el propósito de “romper con el pacto de silencio” que hay en casos como el de los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos en Iguala, Guerrero, o como se ha hecho en el caso de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex.