El 58.4 por ciento de los asesinatos cometidos contra periodistas en lo que va del actual sexenio, se concentra solamente en seis estados de la República.
El último reporte de agravios contra personas defensoras de derechos humanos y periodistas, emitido por la Secretaría de Gobernación, ofrece un corte hasta el 5 de octubre del 2021, fecha hasta la cual se habían contabilizado 47 homicidios.
Sin embargo, el pasado 27 de enero el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas, señaló que para entonces ya había 52 comunicadores asesinados, a los cuales se debe sumar el de Roberto Toledo, privado de la vida el 31 de ese mes en Zitácuaro, Michoacán, para un total de 53.
De acuerdo con el reporte de la Secretaría de Gobernación, la entidad que ha registrado más homicidios es Sonora, con ocho, los cuales fueron perpetrados en los municipios de Hermosillo, San Luis Río Colorado, Sonoyta, Guaymas y Cajeme. En este último han sido cometidos cuatro homicidios de este tipo.
En el segundo puesto se ubica Veracruz, con seis; el informe indica que habían ocurrido cinco hasta octubre, en los municipios de Actopan, Martínez de la Torre, Papantla, Tierra Blanca y Tezonapa.
No obstante, habrá que sumar el asesinato del periodista José Luis Gamboa Arenas, ultimado a puñaladas el pasado 10 de enero.
En la lista sigue Guerrero, también con seis, de los cuales cinco ocurrieron en Zihuatanejo, Iguala, Acapulco y Zacatepec, según el reporte, pero hay que añadir el de Alfredo Cardoso Echeverría, perpetrado 31 de octubre.
La cuarta posición la ocupa Michoacán, con cinco, de los cuales cuatro ocurrieron en Huetamo, Morelia y Uruapan, mientras que el más reciente fue el de Roberto Toledo, asesinado en Zamora.
En tanto, el Estado de México y Oaxaca ocupan los dos lugares restantes con tres asesinatos cada uno.
La cifra reportada por las autoridades federales difiere de las indicadas por la organización Artículo 19, la cual maneja una cifra de 29 periodistas asesinados en lo que va del sexenio.
Esta disparidad se debe a que no en todos los casos las autoridades o las organizaciones sociales reconocen el carácter de periodistas de las víctimas.
Es el caso de Marco Islas Flores, quien perdió la vida el pasado 6 de febrero tras ser baleado en Tijuana, Baja California, y cuyo asesinato no fue considerado por las autoridades como un ataque a la libertad de expresión, debido a que estaba en receso en su actividad profesional.
A pesar de diferir en las cifras, el informe de la Secretaría de Gobernación y el elaborado por Artículo 19 coinciden en que Sonora y Veracruz son las dos entidades en donde más crímenes se han cometido durante el actual sexenio.
En días pasados, el subsecretario Alejandro Encinas se comprometió a fortalecer el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, con la finalidad de frenar la ola de asesinatos en agravio tanto de representantes de medios de comunicación como de activistas que luchan por la defensa de los derechos humanos.
- El dato: Las autoridades no reconocen el carácter de periodista que sus familiares le atribuyen a Marco Islas Flores, quien fue asesinado el pasado 6 de febrero en Tijuana.