El perfilamiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para eliminar la prisión preventiva oficiosa del orden jurídico mexicano generó un choque entre la oposición y Morena y sus aliados.
Luego de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró estar en contra de esto, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, externó respaldo al Poder Judicial, pues aseguró que los jueces imparten justicia con honradez e integridad y que “su impecable labor garantiza el respeto y cumplimiento del Estado de derecho en nuestro país”.
En el mismo sentido, el dirigente perredista Jesús Zambrano opinó que el Ejecutivo “actúa sin límites”, pues dijo que, aunque existen “malos” jueces, esto no es una generalidad, por lo que refirió que descalificar sin distinción al Poder Judicial es sumamente grave para la democracia.
“Se sabe poseedor de la verdad y eso es peligroso para la vida del país; por supuesto que esta actitud del Presidente va a ahondar y profundizar el conflicto o confrontación con el poder judicial. Es contra el Poder Judicial, no contra un juez, magistrado o ministro, le barre parejo y es un riesgo para la democracia”, señaló.
En tanto, el panista Javier Lozano consideró que los señalamientos del Presidente es un signo de intolerancia hacia la división de poderes y contrapesos a todo aquello que contradiga sus decisiones.
Por el contrario, la bancada de Morena en la Cámara de Diputado fijó su posicionamiento en el que a pesar de reconocer que esta medida viola derechos, es necesaria para mantener a delincuentes peligrosos en prisión.
Recalcó que sólo el Congreso es quien puede modificar desde la Constitución, por lo que advirtió que “si la Suprema Corte se atreviera a desaplicar una parte del artículo 19 de la Constitución, estaría prácticamente derogando su texto y con ello vulnerando la división de poderes y afectando los intereses públicos fundamentales de las instituciones republicanas del Estado mexicano”.