Nuevo centro migrante genera dudas a las ONG

La apertura de un nuevo centro de atención a migrantes en México generó dudas e inquietud entre organismos defensores de los indocumentados y de derechos humanos, sobre todo porque la Casa Blanca había anticipado su creación, como parte de los acuerdos que se alcanzarían en la X Cumbre de Líderes de América del Norte, y el Presidente Andrés Manuel López Obrador negó más tarde que hubiera la pretensión de abrir un espacio de ese tipo en el sur del país.

Ayer por la mañana, Washington liberó una nota informativa en la que se incluyeron los acuerdos logrados por los equipos negociadores de los tres países: México, Estados Unidos y Canadá.

En el tercer punto, sobre migración se establece que “basándose en una iniciativa bajo la última Cumbre para ayudar aún más a los migrantes a acceder a vías legales en persona, y anunciando una asociación en un nuevo centro en el sur de México con un fuerte apoyo del sector privado”. Sin embargo, el Presidente López Obrador rechazó que se haya aceptado instalar ese centro.

“No tenemos pensado construir ningún centro en el sureste para la migración. Lo que hacemos es ayudar con albergues, atención médica, alimentos a los migrantes. Y celebramos el que el gobierno de Estados Unidos haya tomado la decisión de ordenar el flujo migratorio, en el caso de nuestros hermanos venezolanos. Y, tengo entendido, ya este plan se va a extender, se va a ampliar en beneficio de otros migrantes, de otros países”, expuso.

La Declaración de Norteamérica (DNA), un comunicado conjunto que firmaron los tres gobiernos al término de la Cumbre, no incluye el detalle sobre este centro que mencionó la Casa Blanca. Pero en un segundo documento denominado “Hoja de ruta: Entregables clave de la X Cumbre de Líderes de América del Norte”, se especifica que “bajo los principios de la Declaración de Los Ángeles, el Gobierno de México diseña un espacio de servicios de empleo, asistencia y protección para personas refugiadas, en colaboración con organismos internacionales”.

Agrega que “dicho espacio ofrecería servicios y alternativas de protección, documentación y movilidad laboral, en coordinación con la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y el Servicio Nacional de Empleo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Los gobiernos de EU y Canadá colaborarán con el Gobierno de México y organismos internacionales para ofrecer servicios y asistencia para personas refugiadas en dicho espacio, mismo que no contempla tareas de control migratorio”.

La noticia generó dudas e inquietud. Especialistas en el tema migratorio consideraron que este centro de atención a migrantes en el sur de México no es otra cosa que el programa Quédate en México renovado, para que los extranjeros irregulares no lleguen a la frontera norte, lo que se traducirá en un cuello de botella desde Chiapas.

En entrevista con La Razón, Irineo Mujica, director de Pueblo sin Fronteras, dijo que es “presumible” que el centro se disponga en Chiapas, debido a la gran cantidad de personas que llegan a ese estado desde Guatemala, además de que es una oficina de procesamiento para que el migrante primero busque quedarse aquí, antes de ir a EU, lo que definiría a México como tercer país seguro.

“Lo que buscan es que los migrantes no sigan sus traslados y lleguen hasta la zona fronteriza. Lo que hace Joe Biden es que recorre oficinas (estadounidenses) hasta el sur de México para tener un centro de procesamiento de personas, para inhibir la migración y que se queden en México y no lleguen a Estados Unidos”, indicó.

A su parecer, el centro será un lugar de procesamiento, como se hace en Estados Unidos, pero ahora desde México, y ejemplificó que en el país ya hubo un ejercicio parecido con un centro en Tapanatepec, Oaxaca, que resultó un caos por la cantidad de personas que llegaron, incluidos integrantes del crimen organizado.

La directora de la iniciativa Agenda Migrante, Eunice Rendón, detalló que el plan de Estados Unidos es controlar la migración desde el sur de México, pues desde la administración pasada se creó el programa Quédate en México con ciertos beneficios, y esto puede ser lo mismo.

“Puede ser funcional, porque si se hace un centro de gestión migratoria identificando bien los casos de asilo o refugio, pues la gente cuando viene parece toda igual, pero no es así, ya que cada uno cumple requisitos diferentes, aparte de que puede ser un foco para la atención de la niñez migrante, ya que no se pone acento en ellos, con participación del DIF”, explicó.

Acerca del tema, el sacerdote Alejandro Solalinde mencionó que este centro en la frontera representa contener los traslados desde la primera entrada a México, porque al vecino del norte no le interesa aceptar gente en su nación.