Y es a los gobernadores de Quintana Roo, Mara Lezama, y de Yucatán, Mauricio Vila, a quienes se ha visto estos días muy activos y aplicados en la instrumentación de acciones de prevención ante el inminente impacto del huracán Beryl en la península. Ambos encendieron las alertas prácticamente desde la formación del fenómeno en el Caribe y han ido dando informes sobre las medidas que se aplican. En el caso de Quintana Roo, la mandataria estatal anoche informó que todos los municipios ya están en alerta naranja, que significa peligro alto, y su administración ha dispuesto de alternativas para que ciudadanos puedan desalojar espacios en donde podrían estar en riesgo. En el caso del gobernador de Yucatán, éste anunció la suspensión de clases en todos los niveles hasta nuevo aviso, entre otras medidas. Aún están frescos los impactos que dejó Otis, por lo que ninguna medida que se aplique sobrará. Por lo pronto, pendientes.
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