Y nos cuentan que no hay reclamo o argumento alguno que consiga disuadir a Alejandro Moreno de amarrarse a la silla del PRI, por lo que ayer, con la intención de anotarse al proceso interno que se diseñó para ese propósito, solicitó licencia para separarse de la presidencia. La respuesta de la Comisión Política Permanente, que le es afín, fue la de concedérsela. Esta misma semana, nos recuerdan, priistas críticos advirtieron que existe una cláusula en la convocatoria para el proceso interno, emitida por un órgano interno que también Alito controla, para que el camino a la dirigencia nacional sea más corto, y el cual se materializaría si sólo se anota una fórmula, que, anticiparon, seguramente será la conformada por el propio Moreno, y por la diputada Carolina Viggiano. “¡Vamos con todo, será por el bien del priismo!”, publicó ayer el priista. Así. ¿Qué tal?