La ligera baja de enfrentamientos de los últimos días hizo pensar a más de uno que la crisis de violencia en Sinaloa estaba a punto de llegar a su fin. Pero resulta que la jornada que tuvo lugar ayer demostró que quienes pensaban así estaban equivocados. Y es que hasta el cierre de esta edición, se había alcanzado la cifra de 14 muertos, con lo que se igualó el pico máximo que se había alcanzado, con el mismo número de decesos, el 15 de septiembre. Además de una reyerta brutal entre integrantes de dos grupos antagónicos del crimen organizado, se encontró una fosa clandestina y hubo un narcobloqueo que incluyó la quema de un tráiler. En Sinaloa, donde el gobierno está a cargo del morenista Rubén Rocha Moya, la situación de violencia ayer cumplió 18 días y sigue provocando situaciones complicadas. Ayer, por ejemplo, era el día en que se efectuaría el concierto de Luis Miguel, mismo que fue cancelado con antelación “debido a la situación que se vive actualmente en Culiacán”, informaron los organizadores. ¿Entonces —se preguntan muchos—, en dónde está la falla?
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