El hallazgo sin vida de los profesores Laura Ortiz y Enrique Sánchez, quienes fueron secuestrados desde el 9 de septiembre en Cuernavaca, Morelos, es una de las secuelas del mal gobierno de Cuauhtémoc Blanco. Los catedráticos de la Universidad Autónoma de Morelos fueron plagiados en el contexto de una crisis de inseguridad que caracterizó a la administración del exfutbolista, hoy flamante diputado federal de Morena. Se sabe que los profesores fueron asesinados a pesar de que se pagó el rescate que se exigía. Sus cuerpos fueron encontrados el martes por la noche en el poblado de Topilejo, en los límites entre la alcaldía Tlalpan, de la Ciudad de México, y el municipio morelense de Huitzilac. Dentro de la tragedia, esta vez hubo coordinación entre las fiscalías de ambas entidades para tratar de dar con el paradero de las víctimas, lo que evitará la politización de la indagatoria, como ocurrió en otros casos. Ésta es otra de las razones por las que cada día se desmarca más el actual gobierno estatal.
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