Alejandro Benítez Palacios, El Cholo Palacios, presunto jefe de plaza del grupo delictivo Guerreros Unidos, fue detenido por fuerzas federales en el municipio de Tlatlaya, Estado de México.
En un operativo conjunto entre la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa), Secretaría de Marina (Semar), Guardia Nacional (GN), Fiscalía General de la República (FGR), Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) se logró la detención del presunto criminal y se le relaciona con los delitos de delincuencia organizada y desaparición forzada.
Las autoridades desplegaron un operativo coordinado en la avenida Independencia de la localidad El Naranjo, donde se cumplimentó la orden de aprehensión, tras acciones de seguimiento y vigilancia en el sitio. Tras su captura, fue puesto a disposición del Ministerio Público correspondiente, quien definirá su situación legal y continuará con las indagatorias subsecuentes.
Se sabe que, entre 2013 y 2014, Palacios Benítez fungió como jefe de plaza en
Taxco de Alarcón, Huitzuco de los Figueroa y Tepecoacuilco, Guerrero, donde lideró operaciones de secuestro, cobro de cuotas y la desaparición de al menos ocho personas en el municipio de Cocula.
También mantenía comunicación con mandos del mismo grupo delictivo como Francisco Salgado Valladares y por terceros con Gildardo López Astudillo, alias El Cabo Gil. Este último, en testimonio para autoridades, lo vinculó a los ataques contra los normalistas de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014, señalándolo como responsable de la emboscada al autobús de Los Avispones y de agresiones contra vehículos en el crucero de Santa Teresa, donde murieron dos personas.
Palacios Benítez operaba bajo el alias de El Cholo Palacios, siendo identificado en 2022 como el autor de un mensaje hallado junto a tres cuerpos abandonados en la carretera Xalitla-San Juan Tetelcingo, Guerrero, donde advertía a sus rivales con un mensaje firmado por su sobrenombre.
Fue el 26 de septiembre de 2014 cuando un grupo de 43 estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, acudieron al municipio de Iguala para “botear” y conseguir recursos para asistir a la marcha del 2 de octubre de ese año en la Ciudad de México; sin embargo, fueron secuestrados y posteriormente desaparecidos, sin que hasta el momento se conozca su paradero.
En esas movilizaciones del grupo delincuencial, agredieron con armas de fuego al equipo de futbol Los Avispones de Chilpancingo, que habrían regresado de un partido en Iguala a su lugar de origen; sin embargo, fueron confundidos y atacados, por trasladarse en un autobús parecido a los que traían los estudiantes de Ayotzinapa. En los hechos, murieron dos integrantes y varios resultaron heridos.
Entre las personas que perdieron la vida se encuentran el chofer del autobús, Víctor Manuel Lugo Ortiz, y el jugador de 15 años, David Evangelista, mejor conocido como El Zurdito.
Pese a que el preparador físico de los futbolistas dijo que eran jugadores, a los criminales poco les importó y les pidieron que abrieran la puerta, pues de cualquier manera los matarían. Posteriormente se dieron cuenta de que se habían equivocado, y se retiraron del lugar en el vehículo en el que llegaron a cerrarles el paso.
El grupo delictivo Guerreros Unidos tuvo una gran influencia en esa época entre autoridades y mandos policiacos, quienes, en el momento de las agresiones, les ayudaron en los ataques y posterior desaparición, pero a 10 años de los hechos, hasta el momento no hay avances.