La resistencia bacteriana a los antibióticos en México aumentó drásticamente de 20 por ciento en 2019 a 30 por ciento en 2023, según la Sociedad Mexicana de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza (SMOLCCC); especialistas en salud coinciden en que esto se debe principalmente a la automedicación, que es “un mal hábito de los mexicanos”.
En entrevista con La Razón, el doctor Francisco Saynes Marín, de la SMOLCCC, reiteró que “la Resistencia Antimicrobiana (RAM) es la pandemia silenciosa que amenaza la salud global por el mal uso de los antibióticos. No es un mal menor, debe ponerse en el foco, porque en unos años puede ser un problema grave, ahora mismo ya es visible”.
El abuso en el uso de antibióticos ha generado, entre otras cosas, que muchas bacterias ya no respondan a esos antibióticos que hace algunos años sí lo hacían; a eso se le llama Resistencia AntimicrobianaFrancisco Saynes Marín, Doctor de la SMOLCCC
El próximo 26 de noviembre, especialistas en la materia realizarán un Foro de Concientización sobre los motivos de la resistencia bacteriana por el uso indebido de antibióticos, esto en la explanada municipal de Atizapán de Zaragoza.
“¿Cuántas veces te has preguntado por qué no te da resultado un medicamento? La respuesta radica en que, en los últimos años, el abuso en el uso de antibióticos ha generado, entre otras cosas, que muchas bacterias ya no respondan a esos antibióticos que hace algunos años sí lo hacían; a eso se le llama Resistencia Antimicrobiana. El paciente no sabe un diagnóstico real de su estado, pero se asigna un medicamento que cree que le va a beneficiar”, dijo Saynes Marín.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la resistencia a los microbianos es una de las principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta hoy en día la humanidad, pues el uso indebido y excesivo de los antimicrobianos (medicamentos) es el principal factor que determina la aparición de patógenos fármacorresistentes.
Por su parte, Samuel Ponce de León Rosales, coordinador del Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes (PUIREE), dijo en entrevista que “la resistencia antimicrobiana es un problema que trasciende el ámbito médico, convirtiéndose en un desafío social y ambiental”.
El especialista dijo que, en cifras de la UNAM, la resistencia antimicrobiana en México ha alcanzado niveles alarmantes, con datos que revelan que 75 por ciento de bacterias analizadas muestran resistencias a antibióticos, “un problema que se agudizó un par de años después, con la pandemia de Covid-19”.
Entre 2017 y 2023, la Red del Plan Universitario para el Control de la Resistencia Antimicrobiana (Pucra) realizó un análisis de más de 41 mil muestras de bacterias; 75 por ciento correspondieron a bacilos gramnegativos (resistentes). El trabajo de investigación fue respaldado por 60 hospitales en México en 15 estados, aunque no han revelado los lugares del sondeo.
Para Myrna Flores, ama de casa, recuperarse de una infección de la garganta es más tardado que antes. “Yo recuerdo que hace años me mandaban inyecciones y un antiinflamatorio y listo, pero ahora ya son dos tratamientos los que me termino para quedar más o menos bien. Incluso en el consultorio el mismo médico ha combinado dos medicamentos en una misma inyección para que sea más efectivo”, dijo.
La señora reconoció que antes tomaba cualquier cosa para “que se me quitara el dolor de garganta”, pero ya no lo hace, pues su doctor le ha dicho que sólo va a hacerse resistente a los antibióticos.
La principal causa de la resistencia bacteriana es el mal uso de los antibióticos, ya sea por automedicación o por uso indebido (...) Es importante vigilar el modelo de negocio que tienen los consultoriosFriedrish Pérez González, Médico adscrito al IMSS-Bienestar
Una estimación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé que, para 2025, la resistencia a los antibióticos podría causar la muerte de 2.4 millones de personas en los países de la organización, por lo que ve la resistencia bacteriana como uno de los fenómenos en expansión que más le preocupa. En términos económicos, el organismo también perfila un costo de tres mil 500 millones de dólares al año para las naciones integrantes.
El médico Friedrish Pérez González, adscrito al programa Salud en tu Casa del IMSS-Bienestar, en la Ciudad de México, afirmó que la resistencia bacteriana es un problema de salud pública y se requiere reeducar a la población y al personal médico respecto al uso adecuado de los medicamentos y sus componentes.
“La principal causa de la resistencia bacteriana es el mal uso de los antibióticos, ya sea por automedicación o por uso indebido del antibiótico. Es importante no sólo advertir al paciente, sino vigilar estrechamente el modelo de negocio que tienen los consultorios anexos a farmacia, porque muchas veces los dueños empujan a los médicos a que, aunque estén informados, receten antibióticos en diagnósticos que no lo requieren”, señaló.
El médico recordó que hace unos años, cuando iniciaba su carrera profesional, estuvo en un consultorio adyacente donde le indicaban que era necesario “recetar ciertos medicamentos y ante la negativa de no hacerlo, había enfado, y es realmente un problema porque esos medicamentos son antibióticos de amplio espectro; esto quiere decir que antibióticos que son diseñados para un uso hospitalario se usan para enfermedades simples, donde en la mayoría de los casos no requieren ese tratamiento”.
Adicionalmente a este panorama, concluyó, hay un alto índice de automedicación, que se debe erradicar informando sobre las consecuencias de hacerlo; sin embargo, dijo que otro factor es el uso de antibióticos y bactericidas en la industria alimentaria, por lo que erradicar el problema será una labor titánica y en conjunto.