Aún conmocionados por el devastador incendio que ha destruido parcialmente Notre Dame, símbolo durante más de 800 años de Francia y de la cultura común europea, es justo recordar que no es la primer recinto víctima de las llamas en Europa, aquí diez ejemplos de templos hechos cenizas que recuperaron su viejo esplendor.
En el caso parisino, según promete el presidente Emmanel Macron, habrá que aguardar cinco años.
1. Catedral de San Pablo (Londres, Inglaterra)
Uno de los monumentos británicos más emblemáticos, la Catedral de San Pablo ha sido víctima de numerosos avatares a lo largo de su larga historia. El gran incendio de Londres en 1666 dejó reducida a cenizas su estructura original, fue el reputado arquitecto Chistopher Wren el encargado de su reconstrucción, posteriormente también sobrevivió, en 1940 y 1941, a los devastadores bombardeos del avión alemán "Luftwaffe" sobre Londres.
2. Santa Maria Maior (Lisboa, Portugal)
La Catedral de Lisboa ha sufrido múltiples terremotos desde su construcción en 1147. Uno de estos catastróficos sismos azotó la capital portuguesa en 1755, provocando incendios y un tsunami que devastó aún más la ciudad.
En los siglos posteriores, la catedral ha sido objeto de varias restauraciones, convirtiéndose en un conjunto de estilos históricos.
3. Dresden Frauenkirche (Sajonia, Alemania)
Al final de la II Guerra Mundial, aviones de Estados Unidos y Reino Unido emprendieron un brutal bombardeo durante dos días que dejó reducida a escombros la ciudad de Dresde en Sajonia. El ataque ha seguido siendo controvertido en opinión de muchos historiadores, debido a la justificación de sus objetivos y a su calendario tan tardío durante la II Guerra Mundial, cuando el Ejército de Hitler ya había sido vencido por los aliados.
Las bombas provocaron incendios devastadores y una gran cantidad de víctimas humanas. Un prisionero de guerra británico, Victor Gregg, que estaba detenido en Dresde, relató haber visto cómo las víctimas se convertían en “antorchas humanas” mientras “se aferraban a los cuerpos de los que estaban debajo”. “Los gritos de los que estaban siendo quemados vivos se sumaron a los gritos de los que aún no habían sido afectados”, escribió en el diario “The Guardian”.
La destruida Frauenkirche de Dresde o Iglesia de Nuestra Señora fue dejada inicialmente para que sirviera como monumento a los bombardeos, pero finalmente fue reconstruida después de la caída del Muro de Berlín en 1989 como símbolo de paz.
4. Iglesia de la Santa Cruz (Varsovia, Polonia)
Durante la ocupación nazi, este templo corrió la misma suerte que la capital polaca, que fue reducida a ceniza en un 90%, en venganza por el levantamiento popular, la iglesia de la Santa Cruz fue volada en 1944 y 1945.
Reconstruida tras la liberación de Polonia por las tropas soviéticas, recuperó su antigua esplendor, entre sus atractivos está el conservar el corazón del pianista romántico Frederic François Chopin, cuyo cuerpo fue enterrado en París.
5. Abadía de monte Cassino (Roma, Italia)
A 80 kilómetros de Roma, en el monte Cassino, se encuentra esta abadía del siglo VI fundada por San Benito. Desde entonces ha hecho frente a un intenso destino.
El templo ha vencido el abandono, las guerras, la revolución, e incluso un terremoto, pero su mayor trance fue ser blanco de los bombardeos aliados en 1944, antes de su destrucción el Vaticano recaudo sus tesoros artísticos, tras ser reconstruida durante la posguerra, permanece como una popular atracción turística de la capital italiana.
6. La Catedral de Zagreb (Zagreb, Croacia)
La catedral de la capital es famosa por sus dos torres que dominan la ciudad, obra del arquitecto austriaco Hermann Bolle, pero no siempre tuvo este aspecto.
En 1242, la estructura original fue destruida en la invasión mongola de Europa antes de ser reconstruida, la ciudad fue rodeada más tarde por murallas fortificadas para protegerse de nuevas invasiones, pero, desafortunadamente, la destrucción llegó de otras maneras.
En el siglo XIX, un terremoto provocó el derrumbe parcial de la catedral de Zagreb, que requirió importantes obras de restauración, Bolle intervino para ayudar en la reconstrucción y transformó el edificio en su aspecto actual.
7. La Catedral de San Esteban (Viena, Austria)
La Stephansdom fue levantada en siglo XIV sobre los restos de dos antiguas iglesias medievales, su destino está plagado de luces y sombras.
Se salvó durante la II Guerra Mundial gracias a un capitán que ignoró la orden del III Reich de reducir la catedral, sin embargo, en 1945 varios incendios alcanzaron el edificio y derrumbaron el techo de la Catedral de Viena. Tras una laboriosa reconstrucción, fue reabierta al público a principios de los años cincuenta y desde entonces se ha sometido a diferentes procesos de rehabilitación y limpieza.
8. Catedral de Cristo Salvador (Moscú, Rusia)
A orillas del río Moskova, se levanta desde el año 2000 la catedral ortodoxa rusa de Cristo Salvador, justo sobre las ruinas de su antecesora, construida en el siglo XIX. El templo sufrió la ira del ex dictador comunista Stalin, que ordenó su demolición para levantar un templo soviético en 1931, sin embargo, el estallido de la II Guerra Mundial interrumpió su costrucción, que nunca llegó a retomarse.
9. La Catedral de Canterbury (Cantebury, Inglaterra)
Es una de las más significativas de Reino Unido y sirve de alojamiento para el arzobispo de Canterbury. Desde que se puso su primera piedra en el lejano año 597, la iglesia ha sufrido al menos tres incendios y otras tantas reconstrucciones.
La historiadora Emma Wells relata que en uno de esos incendios fue el resultado de una rivalidad entre los monjes de las catedrales de Canterbury y Durham, cada una de las cuales lucha por ser el lugar de culto más popular de Inglaterra.
Según Wells, el momento del incendio, poco después del asesinato de Santo Tomas Beckett, fue un poco demasiado perfecto y es que los daños causados por el fuego dieron paso a la construcción de una cripta para el santo asesinado, que sirvió como atracción turística para curiosos y peregrinos.
10. La Catedral de León (León, España)
Construida entre los siglo XIII y XIV, es junto a Notre Dame y Chartres la triada de catedrales góticas europeas y como su hermana parisina sufrió un devastador incendio que destruyó su techumbre.
Entonces, los leoneses aprendieron una lección que ha evitado daños mayores en París, el agua, pese a lo que “a priori” podría pensarse, es el peor enemigo en un incendio de un monumento construido en piedra y madera, ya que estos materiales absorben la humedad provocando el aumento del peso, lo que amenaza la estructura de la construcción.
En declaraciones al diario local “Leonoticias”, su actual administrador, Mario González, recuerda que “en el caso de la Catedral de León se usó agua, pero de una forma muy controlada y también se utilizó espuma, mucho más segura”. “El agua -indica- carga la piedra y el exceso de peso puede provocar la caída, es mucho mejor intentar controlar el fuego con espuma. De otro modo el riesgo de acabar con el inmueble es tremendo, para mí se ha vertido demasiada agua en la zona”, añade.
En cuanto a la reconstrucción del techo, indica que “nunca más se usó madera y en el caso de nuestra catedral se optó por una estructura metálica, también se sustituyó el pararrayos por el más moderno que hay en el mercado”.
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avs