El número de migrantes detenidos a lo largo de la frontera con México aumentó 40 por ciento en junio, un incremento que desafía las órdenes de emergencia impuestas por el presidente Donald Trump de “expulsar” rápidamente a los que cruzan de manera ilegal, según estadísticas publicadas ayer por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
Las autoridades migratorias realizaron 32 mil 512 arrestos y detenciones en junio, en comparación con 23 mil 142 en mayo y casi el doble del número registrado en abril, después de que la administración Trump citó la pandemia de coronavirus para suspender los procedimientos normales de inmigración, para procesar rápidamente a la mayoría y devolverlos a México en cuestión de horas.
Las cifras de cumplimiento de junio permanecen muy por debajo de los niveles registrados durante la crisis migratoria del año pasado, pero parecen ser una señal de que los efectos disuasivos de la represión relacionada con la pandemia están comenzando a desaparecer.
De acuerdo con la oficina, la mayoría de los detenidos el mes pasado fueron adultos solteros, no familias ni niños, en contraste con el aumento del año pasado.
Las cifras muestran que la gran mayoría de detenidos en junio, cerca de 90 por ciento, fue rápidamente “expulsada” del país al amparo de las medidas pandémicas de emergencia impuestas en marzo.
Las autoridades migratorias se pusieron en marcha en un esfuerzo por mantener vacías las celdas de detención para evitar la propagación de la infección.
En el contexto de la pandemia, Trump anunció en junio un nuevo conjunto de restricciones, con el que una lista de visas que permite a los inmigrantes trabajar temporalmente en EU fueron suspendidas por lo que resta del año.
Entre ellas, las visas L-1, para transferencias dentro de empresas; H-1B, para trabajadores en una ocupación especializada; H-2B, para trabajadores temporales no agrícolas, y el documento J-1, para visitantes de intercambio.