Mientras el Senado se alista para comenzar el juicio contra Donald Trump por la insurrección en el Capitolio, Georgia abre la puerta a imputarle delitos electorales al investigar las presiones del exmandatario contra el secretario de Estado de Georgia para revertir la elección de 2020.
La Junta Estatal de Elecciones confirmó que tras recibir una denuncia por la presunta violación del republicano a la ley, se determinó revisar la llamada difundida por The Washington Post en la que pidió al funcionario Brad Raffensperger “hallar” los votos necesarios, exactamente 11 mil 780, para que ganara ese estado; aunque prevén que el caso pueda alargarse por meses,
Incluso amagó con emprender acciones legales si no mostraba que hubo anomalías, por supuestamente actuar contra la democracia.
Esta llamada generó división entre analistas, pues si bien un sector advirtió que podría representar una violación a la ley por una aparente conspiración para cometer un fraude, no había consenso para mostrar que actuó por encima de ésta; sin embargo, algunos señalaron que se podría armar un caso por asediar a autoridades electoral, para reelegirse.
En tanto, los gerentes del impeachment siguen en pie para enjuiciarlo al afirmar que la evidencia de incitación del pasado 6 de enero “es abrumadora”.
Insistieron que no hay defensa válida contra las acciones de quien violó su juramento como presidente, atentó contra la seguridad nacional y apostó a interrumpir la certificación de la elección que perdió ante Joe Biden.
Con ello respondió a la solicitud de los abogados del magnate de desestimar el caso, tras calificar el impeachment de “teatro político” para “silenciar a un oponente” y aprovechar cruelmente la confusión generada por la violencia en el Capitolio, que dejó cinco muertos, mientras los demócratas insisten en sancionarlo e inhabilitarlo.
En un escrito de casi el mismo número de páginas que los argumentos, los abogados Bruce Castor y David Schoen reviran al Senado y aseguraron que la treta es un capricho de los demócratas.
Y es que este sector se ha pronunciado por inhabilitar a Trump para impedir que se presente nuevamente a una elección, al recordar que su conducta provocó uno de los peores escenarios en el país, pues incumplió su mandato a unos días de culminarlo al provocar a una turba armada para mantener su objetivo: seguir en el poder tras acusar un supuesto robo electoral, que fue desestimado en tribunales.
Además, la defensa evidenció que su intención es evitar a toda costa el juicio al insistir que las declaraciones para supuestamente incitar a alborotadores están protegidas por la Primera Enmienda y no son un delito, pues no sobrepasa el umbral de un intento de dirigirlos a pasar a los actos violentos, sino para luchar por la democracia.
Usando la información revelada por el área de seguridad dicen que los eventos fueron planeados antes del discurso de Trump, por lo que no hay manera de demostrar que los incitó. “Actuaron por voluntad y razones propias”, señalaron.
Para abundar en las declaraciones del exmandatario, uno de los gerentes llamó a Trump dar testimonio bajo juramento; hecho que tuvo una rotunda negativa de su defensa.
La acción fue considerada una alternativa ante su posible absolución, luego de que en una votación para avanzar con el caso, sólo los respaldaron cinco republicanos, cuando requieren al menos 17 votos para sentenciarlo.
ESTIMAN LITIGIO MÁS CORTO
Republicanos y demócratas acordaron la estructura del juicio para garantizar que sea honesto y transparente, coincidieron los líderes de la mayoría y minoría en el Senado, Charles Schumer y Mitch McConnell, respectivamente.
Además, pretenden recortar tiempo, en comparación con el primer impeach-ment contra Donald Trump —cuando aún era presidente—, pues según lo establecido ambas partes tendrán hasta 16 horas para presentar sus casos a partir de mañana; con lo que adelantan que el proceso podría concluir el próximo 14 de febrero y se garantiza la petición de la defensa a detener el juicio el sábado, por respeto a la religión judía.
Sin embargo, esta temporalidad sólo se cumplirá si no llaman a testigos, tema en el que no se ha reportado qué decidieron; pero se sabe que los demócratas optarán por videos explícitos.