Unos 51 internos fallecieron tras un fuerte incendio detonado por un intento de motín en una cárcel de Colombia, lo que pone bajo la lupa las disputas internas en centro penitenciarios en la antesala del cambio de gobierno en el país.
El Ministerio de Justicia reveló que durante la madrugada, en Tuluá, dos prisioneros, quienes nos fueron identificados, comenzaron una riña, lo que según el titular del Instituto nacional Penitenciario, Tito Castellanos, podría haber sido usado como distractor para provocar un motín.
Hasta el momento, las autoridades sólo coinciden en que uno de los agresores prendió fuego a una colchoneta, las llamas se extendieron rápidamente a otras zonas lo que provocó caos y más daños con un saldo oficial de más de 50 personas muertas, en su mayoría por inhalación de humo. Incluso se detalló que dos de ellas fallecieron en el hospital.
En tanto, se reportaron unos 20 heridos, entre ellos varios guardias, sin que se detallara su condición. Pues ni el arribo de bomberos a la escena logró sofocar en minutos el incendio en el recinto donde se ha denunciado una sobrepoblación, de acuerdo con la Defensoría del Pueblo.
Luego de dar a conocer las cifras oficiales, el presidente Iván Duque ordenó acelerar la investigación para esclarecer la situación; mientras que su sucesor, el presidente electo Gustavo Petro, adelantó que en cuanto asuma el gobierno cambiará la perspectiva que se ha dado a estos centros penitenciarios, pues estas acciones demandan un replanteamiento urgente en la materia,
Aseveró que en su gestión estos espacios dejarán de ser de venganza y deshumanización para convertirse en verdaderos sitios de rehabilitación.
Tras la emergencia, decenas de familias se aglomeraron afuera del inmueble en busca de información de quienes estaban recluidos en el lugar, y ante la falta de datos éstas discutieron con los uniformados que resguardaban el inmueble, lo que provocó una confrontación en la que policías golpearon con sus escudos a varios ciudadanos.
avc