Un fuerte terremoto de magnitud 5.6 provocó al menos 162 muertes en Indonesia, más de 300 personas heridas a causa de la caída de varios inmuebles y daños en miles de viviendas, principalmente en la isla de Java.
Pese a que la fuerza fue inferior a tragedias como las de 2004 y 2018, que dejaron cuatro mil y más de 100 mil decesos, respectivamente, éste podría ser uno de los más graves, al superar las cifras de víctimas de otros sismos potentes como los 6.8 y 6.9 de hace dos años, según mediciones sismológicas , pues en su mayoría los fallecidos son menores de edad.
Horas después del hecho y con un recuento a medias, el gobernador de la región más afectada, Ridwan Kamil, reveló que ya contabilizaban 162 víctimas fatales y lamentablemente en gran parte, sin precisar un número, son pequeños en edad escolar.
En su primera aparición ante la prensa tras la emergencia que movilizó a todos los cuerpos de emergencia de la región, el funcionario declaró que, por la hora del siniestro, miles de niños se encontraban en clases regulares o lecciones islámicas, pues el siniestro sacudió a la isla poco antes de la salida escolar.
Admitió que la cifra de víctimas podría aumentar en las próximas horas, pues rescatistas continúan laborando hasta el cierre de esta edición en decenas de edificios colapsados o inclinados en busca de sobrevivientes, pues los reportes iniciales apuntan a que hay cientos de personas atrapadas por el derrumbe de techos y paredes.
Y, aunque recalcaron que continuarán laborando durante la noche y la madrugada, indicaron que es posible que muchas de estas acciones más que rescates se conviertan en recuperación de cuerpos por las probabilidades de hallar a personas con vida entre los escombros, pues Kamil dijo que las esperanzas cada vez son menores.
Asimismo, el gobernador detalló que hay regiones completamente dañadas y en otras aún no logran ingresar ni enviar ayuda, debido a que quedaron aisladas tras las severas afectaciones en las carreteras por deslizamientos de tierra en Cianjur, lo que recuerda que la nación se ubica en el llamado “Anillo de Fuego del Pacífico”, lo que la convierte en un terreno altamente sísmico, pues según registros en la materia en esta nación se reportan hasta siete mil temblores cada año, algunos de magnitudes imperceptibles para la población.
Ante la emergencia, el mandatario indicó que se habilitaron centros de ayuda y refugios en la ciudad para ayudar a quienes perdieron todo, pues según datos de su gobierno hasta 13 mil damnificados se encuentran en estos lugares por el derrumbe de viviendas, aunque la Agencia de Mitigación de Desastres (BNPB, por sus siglas en inglés) indicó horas antes que la cifra apenas rebasó los cinco mil, por algún tipo de daño en hasta dos mil viviendas.
E insistió que el saldo fatal y de afectados aumentará, pues a la par de la ayuda oficial decenas o hasta cientos de personas siguen acudiendo a hospitales, por su propio pie, o en ambulancias, debido a la gravedad de su condición.
Incluso algunos de los centros sanitarios son improvisados, pues tras la tragedia en redes sociales se compartieron imágenes y videos de camillas en plena calle o en estacionamientos bajo carpas de emergencia. En dichos escenarios se observó a pacientes tendidos en el suelo y cubiertos con cobijas, entre éstos había personas con suero, con extremidades entablilladas por posibles fracturas y con golpes en la cabeza.
Dichas condiciones evidenciaron que la situación sobrepasó la capacidad hospitalaria y que temían posibles réplicas, hecho que se corroboró horas después al registrar hasta 25, por lo que se exhortó a la población a permanecer en zonas seguras o al aire libre.
En tanto, autoridades locales, bomberos y paramédicos recorren calles de Java y Cianjur para certificar el daño y hallar posiblemente a sobrevivientes, tras el movimiento registrado a unos 10 kilómetros de profundidad, recorridos a los que se han sumado víctimas en busca de sus familiares, a quienes aún no localizan ni en hospitales.
Mientras que otro sector busca la rehabilitación del sistema de energía, pues unos 300 mil usuarios se quedaron sin electricidad, lo que retrasará las labores de rescate, debido a la falta de equipo y la falta de comunicación.
Además, supone un riesgo para la atención en hospitales, en caso de que éstos no cuenten con plantas de energía. Tal es el caso del Hospital Sayang que ayer vio interrumpido el servicio de quirófano, según declaraciones de un funcionario regional a la agencia Al Jazeera,
Esta situación se repitió en otras ciudades, pues medios locales informaron que varios rascacielos en Yakarta, la capital, fueron evacuados de inmediato al sentir el fuerte tambaleo a causa de este terremoto; incluso algunos trabajadores ya no volvieron a sus oficinas en dichos edificios por temor a que se registraran réplicas fuertes en la zona.
