La Justicia estadounidense apretó la lucha contra la violencia armada al dar un paso histórico y sentenciar a prisión por primera vez a los padres de un perpetrador de un tiroteo escolar.
Jennifer y James Crumbley purgarán entre 10 y 15 años de cárcel por el crimen de su hijo, Ethan Crumbley, al considerar que son igual de responsables de los actos de quien cumple cadena perpetua.
Según la parte acusadora, aunque no conocían los planes del joven, éstos no advirtieron sobre el riesgo de su hijo de entonces 15 años y dejaron un arma sin resguardo en casa con la que el adolescente mató a cuatro alumnos en 2021.
El castigo fue respaldo por padres de las víctimas, quienes se dieron cita en el tribunal y tacharon a la pareja de fracasada por no estar al pendiente del menor ni ver supuestas señales, pues en el juicio se reveló que el joven realizó dibujos que daban indicios de un ataque, como una pistola y balas junto a personas, que presumen representaban a compañeros.
Los padres fueron juzgados por separado en los tribunales del condado Oakland, donde también se presentaron detalles sobre el estado emocional de Ethan y su preocupante comportamiento antes del incidente, sin abundar en éste ahora en prisión.
Además, testimonios e investigaciones revelaron interrogante sobre la comunicación entre el instituto y ellos, pues el personal nunca solicitó que el menor fuera enviado a casa pese a la evidencia, y el 30 de noviembre, el joven de entonces 15 años, sacó un arma de la mochila y abrió fugo en la escuela.
Las condenas dictadas por la jueza Cheryl Matthews evidencian que podrían haber evitado esa catástrofe. Además, los familiares de las víctimas insistieron a las autoridades en castigarlos con al menos 10 años de prisión, al acusar que su conducta egoísta llevó a la pérdida de vidas inocentes.
