El régimen invasor perpetró un duro golpe contra infraestructura ucraniana para aumentar el miedo en ese país, pues el presidente ruso, Vladimir Putin, también amedrentó con atacar con más misiles Oreshnik y producirlos en masa.
A semanas de que comience el invierno, el Kremlin provocó un segundo apagón masivo consecutivo al dejar a casi un millón de personas sin luz y sin calefacción como parte de la apuesta de congelarlos para doblegarlos, como ya lo hizo en los dos inviernos pasados, ante lo que el líder defensor, Volodimir Zelenski, exhibió que el agresor insiste en anular servicios básicos al lanzar otra vez un ataque récord, pues disparó 200 drones en una sola ofensiva.
Al respecto, comentó que su resistencia derribó un importante número de esos artefactos, pero lamentablemente Moscú vulneró instalaciones críticas, lo que obligó nuevamente a civiles a refugiarse en sitios subterráneos ante el temor de impactos cada vez más fuertes.
Escenario ante el que el mandatario ucraniano instó a la comunidad mundial a no dejar solas a sus tropas y redoblar las restricciones al rival, pues sólo juntos “limitarán el terrorismo de Rusia”, región que con apoyo de regímenes, entre esos Irán, aumenta su arsenal y deja en claro que no le interesa la paz, pese a declaraciones públicas.
En tanto, su homólogo y considerado criminal de guerra se concentra en una fase de terror y refrendó que a más de mil días de la guerra su ejército aún goza de gran capacidad no sólo para extender por tiempo indefinido el choque bélico, sino para disparar más misiles hipersónicos experimentales como la semana pasada, mismos que podría usar contra centros de toma de decisiones en Kiev, la capital ucraniana, mientras siguen los intensos choques en la zona este.
Y abundó que mientras el ejército de Volodimir Zelenski debe esperar por envíos de Estados Unidos o Reino Unido, que le suministran los ATACMS y Storm Shadows, su ejército sólo debe producir los proyectiles en serie para redoblar su arsenal y atacar.
Asimismo, el político que ordenó la invasión a inicios del 2022 sostuvo que a casi tres años de lucha sigue firme y responderá a cada agresión sin intimidarse, pues mostrarán cada vez un mayor nivel, pues no descarta atacar con el equipo experimental sedes e infraestructura militar que no ha sido puesta a prueba como blanco.
En respuesta, aliados de Ucrania, como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ratificaron su disposición a respaldar a dicho país, pues el secretario general, Mark Rutte, recalcó que no dejarán que el rival obtenga lo que quiere; no obstante, algunos socios admiten que si en este momento hubiera una negociación por el fin de la guerra Kiev no goza de condiciones favorables para imponer sus demandas sobre el invasor.