En la actualidad, el concepto de sustentabilidad en las empresas no está enfocado únicamente a lo ambiental, también considera temas sociales y económicos. Su relevancia cada vez toma mayor fuerza en el mundo y un ejemplo de ello son los indicadores que miden este rubro, como el Dow Jones Sustainability Index (DJSI).
El DJSI mide el desempeño de las compañías en materia de sustentabilidad. Por su parte, Grupo AXA, con base en el DJSI y la implementación de la Estrategia de Sustentabilidad en relación con la Directiva de Información No Financiera de la Unión Europea, creó su propio modelo llamado AXA Entitites Sustainability Index (AESI), con el cual evalúa a 36 subsidiarias en el mundo que participaron este año.
El AESI mide el nivel de madurez e integración de los diferentes aspectos de sustentabilidad en las entidades de Grupo AXA, a través de tres dimensiones:
- Ambiental: todo lo referente a eco-eficiencia, huella de carbono, consumo de papel, ahorro de energía, entre otros.
- Social: enfocada en los colaboradores, desarrollo de talento, bienestar, igualdad y no discriminación; así como las acciones hacia el exterior de responsabilidad y gobierno corporativos.
- Económico y gobierno: las acciones realizadas de asuntos públicos, manejo de crisis, transparencia, políticas anticorrupción, entre otras.
Los resultados del AXA Entitites Sustainability Index son la base para desarrollar planes de acción locales para mejorar el desempeño de la entidad en las tres dimensiones, y se pueden aprovechar como una herramienta para la toma de decisiones estratégicas. Además, permite ver el avance de las subsidiarias que participan. El cuestionario con el que se mide cambia cada año con la finalidad de establecer metas más altas y actualizarlo acorde a los retos emergentes.
Este año, AXA México subió a la quinta posición dentro del AESI, la mejor posicionada dentro de los mercados emergentes, y también arriba de otras naciones como Suiza e Italia, que estuvieron ubicadas en el lugar 11 y 12, respectivamente.
AXA México ocupó la sexta posición en 2019 y octava en 2018, lo cual refleja una tendencia ascendente en línea con sus esfuerzos para ser una empresa sustentable y responsable. Las principales acciones desarrolladas que mejoraron la puntuación fueron la creación del Vigilance Plan –un proceso para validar que cada proyecto cumpla con criterios éticos, de responsabilidad corporativa y medioambientales-, la implementación de nuevas políticas de responsabilidad corporativa y el desarrollo de productos inclusivos.
Medir la sustentabilidad es de suma importancia en la actualidad, tanto para los actores internos como externos de una organización. Permite conocer su compromiso al interior de la empresa, así como su valor para la sociedad y sus aportaciones al planeta. No por nada, las compañías líderes mundiales hicieron estos medidores parte de su cultura y estrategia empresarial.
ntb