El desempleo en México creció durante junio pasado, luego de que 72 mil 162 personas perdieron su trabajo, lo que implicó que la tasa de desocupación aumentó de 2.6 por ciento en mayo a 2.8 por ciento en el sexto mes del año.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que, a nivel nacional, la población desempleada fue de 1.7 millones de personas; del total, un millón pertenecían al sector masculino y 675 mil eran de la población femenina.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en junio, la Población Económicamente Activa (PEA) disminuyó en 792 mil personas, lo que sumado a las 72 mil personas que perdieron su empleo, significó que en ese mes 864 mil personas pasaron a la población desocupada y no económicamente activa.
Al respecto, Banco Base señaló que la disminución observada “no es del todo mala”, pues la mayoría de las personas que salieron de la PEA se incorporaron a la población no disponible. “Esto quiere decir que las personas que perdieron o dejaron su empleo ya no quieren trabajar, de modo que la disminución en la población ocupada no es necesariamente el reflejo de un mercado laboral débil”, destacó.
De acuerdo con el Inegi, 13.9 por ciento de las y los desocupados no contaba con estudios completos de secundaria; mientras que las personas con mayor nivel de instrucción representaron 86.1 por ciento.
Por duración del desempleo, 16.8 por ciento de la población desocupada buscó un empleo por más de 3 meses, 28 por ciento permaneció desempleada más de un mes y hasta 3 meses, y 47.2 por ciento buscó empleo hasta por un mes.
Por otra parte, se observó un ligero incremento de 41 mil personas en la población disponible, que alcanzó un total de 5.07 millones de personas. Asimismo, la población subocupada, es decir, aquellas que ya tienen un empleo, pero que este no es suficiente para cubrir sus necesidades y expresan su deseo de trabajar más, también incrementaron. En junio, la tasa de subocupación se ubicó en 7.45 por ciento.