Hablar hoy de la crisis que vive la izquierda mexicana, es referirse a un lugar común que poco o nada dice a ciudadanos y potenciales electores.
Por eso hoy se debe hablar de la traición y muerte de la izquierda, cuyos padres —los ancestros del Partido Comunista Mexicano fundado en 1922—, se habrían escandalizado al ver a esa izquierda revolcarse en aguas pestilentes de la alianza con el PRI, y alardear de la inmoral unión con el PAN.
Y es que esa izquierda mexicana que por casi medio siglo bregó por los caminos ideológicos contrarios al PRI —y que desde los años 60 se empeñó en echar del poder al PRI—; que alzó las banderas contrarias a la derecha desde la fundación del PAN, hoy es una izquierda rota por la disyuntiva vergonzosa de apoyar al PRI de Peña Nieto, o de convertirse en aliada del PAN de Felipe Calderón. En pocas palabras, que medio siglo de izquierda mexicana terminó en vulgar pelea por encontrar al mejor palero del PRI o del PAN. ¿Lo dudan?
En los hechos, el prohombre de “la izquierda”, López Obrador, se alió a Enrique Peña, para quitar el PRD a Los Chuchos y a Marcelo Ebrard. Cuando aquí denunciamos esa alianza vulgar e inmoral, no pocos fanáticos prefirieron cerrar ojos, tapar oídos y la razón misma, antes que aceptar que la izquierda había sido traicionada. Y es que por vergonzoso que resulte, la terca realidad probó a intelectos brillantes, líderes y periodistas adictos a AMLO, que el PRI mexiquense “maiceó” al PRD, al PT y a Convergencia, para acabar con la alianza PAN-PRD. Y a eso le llaman “victoria” de la izquierda y de AMLO.
Y por si fuera poco —y a despecho de la fanaticada mesiánica—, hoy la alianza de AMLO-Peña Nieto se ha extendido a la señora Gordillo. Es decir, que Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y la profesora Elba Esther Gordillo, van contra el PRD Chucho, contra Marcelo Ebrard, y contra la alianza PRD-PAN. ¿Qué tal? ¿No que AMLO era enemigo a muerte de Peña Nieto y de la profesora Gordillo? Sin pudor, hoy van de la mano.
En el otro extremo no es menor y menos vergonzosa la traición. Resulta que el PRD y la izquierda de Los Chuchos ha traicionado no sólo principios y doctrina, sino que es igual de inmoral al apostarle el futuro a la alianza con el PAN en el Estado de México —igual que en Oaxaca, Puebla y Sinaloa—, y que para la contienda presidencial ponga todas sus cartas en Marcelo Ebrard.
Queda claro que en los dos casos —la izquierda de AMLO y empresas familiares como PT y Convergencia, y la izquierda de Marcelo y su alianza con Los Chuchos del PRD—, asistimos al fracaso cultural de la izquierda, hoy en disputa por ser el mejor palero del PRI o del PAN. Y el tamaño del fracaso explica el tamaño del silencio y la complicidad de intelectuales y periodistas que, igual que esa izquierda, también chapalean en la inmoralidad.
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