El reloj está corriendo en contra de la humanidad ante una amenaza mundial que tenemos enfrente y que hemos ignorado por décadas, principalmente de parte de los lideres y las potencias que niegan su existencia: el cambio climático.
El director del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Achim Steiner, alerta sobre las consecuencias del cambio climático y el riesgo a la vida de las personas que implica, sin importar su nivel socioeconómico.
Las temperaturas son cada vez más extremas, los niveles del mar siguen en aumento, los polos continúan derritiéndose y todo indica que si no hacemos una reestructuración completa de nuestro consumo y la manera de vivir estamos condenados a la desaparición humana.
Achim Steiner tiene en sus manos las tareas más complicadas con miras a la agenda de la ONU para 2030, hacer que el mundo sea más justo, lograr que la desigualdad desaparezca, que la paz mundial prevalezca y que nuestro planeta siga siendo nuestro hogar para esas fechas, siguiendo los propósitos de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Acción que después de cuatro años sigue sin dar resultados positivos y pone en alerta máxima al mayor organismo mundial para el desarrollo de las sociedades.
Steiner denunció en una entrevista para el diario El País que no se está haciendo lo suficiente para enfrentar un problema tan grave como el cambio climático, a pesar de que en regiones como Europa se han comprometido a disminuir las emisiones contaminantes en un 40 por ciento. Las sociedades de todo el mundo deben cambiar sus sistemas energéticos, sus métodos de transporte y las producciones agrícolas para ver un cambio verdadero en el planeta.
La triste realidad es que los países pobres resultan los más afectados y al final los ricos podrán abandonar las zonas de mayor peligro, comprar tierras alejadas de inundaciones y utilizar aires acondicionados en sus hogares, pero Achim Steiner advierte que ni todo el dinero del mundo logrará frenar este cambio climático que pone en riesgo a nuestra especie trátese de quien se trate.
El problema es que se tiene que ir en contra de una mentalidad establecida durante 200 años y un sistema económico que no quiere mayor igualdad en el mundo. Basta con ir al supermercado y darse cuenta por ejemplo de la cantidad de plástico que se utiliza actualmente para cubrir alimentos, plásticos que terminan en los océanos y forman parte de este monstruo que seguimos alimentando por falta de educación y la indiferencia ante esta grave situación. Sin duda que esto significa una alerta mundial paga todas las clases sociales.