La Polémica Academia de Cine

CINEBUTACA

Eduardo Marín Conde*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Tres días después de la insípida conmemoración del Día del Cine Mexicano, la Academia Mexicana de Cine anunció los nominados para el devaluado premio Ariel, a lo mejor de la producción estrenada en 2020. “Sin señas particulares”, relevante crónica del calvario de una mujer por encontrar a su hijo desaparecido en el contexto de la violencia del México actual, obtuvo el mayor número de nominaciones, con ¡16! (lo que resulta un exceso). Es la clara favorita.

Resalta la exclusión como mejor película y dirección, de la polémica y poco comprendida “Nuevo orden”, de Michel Franco, y más cuando la mediocre “El baile de los 41” sí recibió ambas nominaciones. Lamentable que la Academia haya sido incapaz de valorar su inquietante visión de un futuro de violencia, que es también un retrato social de la corrupción política y, sobre todo, una crónica de individuos acosados ante las circunstancias más adversas. Se dejó llevar por la tendencia de un sector del público que, con ceguera, la tachó (muchos sin haberla visto, lo que es un fenómeno típico de la censura derivada de la intolerancia) de clasista.

Recordemos que, en el prestigiado festival de Venecia, “Nuevo orden” fue galardonada el año pasado con el León de Plata, equivalente al segundo lugar, sólo por atrás de la multipremiada “Nomadland”. Asimismo, la academia británica la distinguió como uno de los 15 mejores filmes extranjeros del año. Para mí incluso era la mejor opción para representar este año a México en el Oscar de Mejor Película Internacional, aunque la seleccionada, “Ya no estoy aquí” (ganadora del Ariel el año pasado), pasó el corte de 15 películas finalistas de la Academia de Hollywood.

Cabe destacar que la Academia mexicana ha abierto la convocatoria para la elección del filme que representará a México el próximo año en el Oscar, precisamente como Película Internacional (antes llamada película extranjera). A diferencia de las nominadas al Ariel, que debieron ser estrenadas en 2020, el requisito para el Oscar es que hayan sido exhibidas en salas de México del 1 de enero al 1 de octubre del presente año.

En esta ocasión, candidata natural es la coproducción con Rumania y Bélgica, “La civil”, basada en la historia real de Miriam Rodríguez, una mujer que decide vengar la desaparición de su hija, dirigida por la rumana Teodora Mihau y estelarizada por la siempre eficaz Arcelia Ramírez, bien acogida en el pasado festival de Cannes, donde se exhibió en la sección paralela Una Cierta Mirada. Otra seria candidata es “Noches de fuego”, de Tatiana Huezo, que recibió una mención especial en la misma sección en Cannes; basada en la novela de la estadunidense de origen mexicano Jennifer Clement, ofrece la mirada de la guerra de tres adolescentes.

Creo que, con todos sus innegables méritos, a “Sin señas particulares”, que será la ganadora del Ariel, le falta pericia narrativa para competir en una categoría que es sumamente reñida y donde abunda la calidad.

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