Oposición razonada desde la SCJN

SOBRE LA MARCHA

Carlos Urdiales *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Sin aspavientos ni estridencia, la oposición más leal con el interés de la Nación y racional, en términos políticos, la encabeza la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

De los once integrantes de su pleno, su cabeza, Arturo Zaldívar, es quien más y mejor articula posicionamientos y sentencias, a veces adversas, a la muy verbalizada voluntad del Presidente López Obrador y lo ha hecho sin pelear.

AMLO es, según encuesta del neoliberal diario Financial Times, el segundo mandatario más popular del mundo. Mitofsky lo ubica en el sexto lugar del orbe.

Con esa dote política y frente a la languidez de los partidos de oposición, López Obrador gana disputas en pos de la percepción masiva favorable para sus planes e ideas.

La contrarreforma eléctrica, que tanta alharaca provoca en el Congreso, fractura al priismo que se debate entre ser contención o adherirse de facto a Morena. Es una batalla ganada por el Gobierno federal de cara al pueblo.

La encuesta de Gabinete de Comunicación Estratégica, de Liébano Sáenz y Federico Berrueto, confirma que son más las personas que apoyan la enmienda, que aquellas que la miran con espanto.

De nuevo, sin hacer ruido, el ministro presidente Arturo Zaldívar acuerda con sus pares de mayor trayectoria lo mismo que con aquellas y aquel propuestos por la actual administración; superada la tensión interna por el tema de la prolongación de su mandato, el juez ha impuesto armonía suficiente en el engranaje del máximo tribunal.

Las dos ministras de reciente ingreso adoptaron, en el tema del aborto y la inconstitucionalidad de criminalizarlo, e inmediatamente también sobre la objeción de conciencia de personal sanitario, posiciones más liberales que las que históricamente ha adoptado, por la vía de los hechos, AMLO.

El fallo respecto a la multimillonaria devolución de impuestos a los familiares de la fallecida Carmela Azcárraga Milmo también contravino la opinión presidencial.

La SCJN se pronunció en contra de la prisión preventiva oficiosa contra presuntos defraudadores, el Presidente se quejó y el titular del otro poder respondió, argumentó y se plantó.

La SCJN es, pues, el contrapeso más efectivo, el menos estridente que enfrenta la Cuarta Transformación.

Su autonomía, frente a la permanente sospecha de la presunta distancia institucional con la Fiscalía General de la República (FGR) y el aval –quien sabe si hoy lo repetiría– que AMLO dio a Arturo Zaldívar como único personaje en todo el poder judicial capaz de limpiar y transformar la impartición de justicia, probo, íntegro, bueno; termina por posicionar irremediablemente al ministro de cara al futuro, para cuando concluya su periodo como ministro, justo en 2023.

Libre y en la antesala de la sucesión, prestigiado por Palacio Nacional pero autónomo, racional y conciliador, su figura permea entre aquellos capaces de imaginar alianzas amplias, ciudadanas, no partidistas, no destructivas, no anti-AMLO, sí pro-México. ¿Le suena?

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