Once periodistas asesinados, “yo soy el que sigue”

SIN MIEDO

Josefina Vázquez Mota*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

“Hola mis amigos los saluda Omar Vázquez Valencia desde el municipio de Cosoleacaque, Veracruz. Les informo que se ha registrado un asesinato y lamentablemente nos toca a nosotros, al gremio periodístico. Nos informan que han sido asesinadas a tiros nuestras compañeras reporteras Yessenia Mollinedo Falconi y Johana García Olvera. Ellas viajaban en un carro, en un Fiesta gris. Fueron acribilladas aquí en la colonia Cerro Alto, en la calle Benito Juárez, en el estacionamiento de un Oxxo es lo que tenemos hasta este instante.

“Es una situación que me deja paralizado. Créame que me llena de coraje, de dolor, de impotencia. Lamentablemente nuestras compañeras han fallecido, esto es un parteaguas de la violencia que está ocurriendo contra los periodistas, y es la violencia que todos los días tenemos que aguantar y soportar quienes nos dedicamos a esto desde las altas esferas de las mentadas mañaneras. Duele no sólo porque son reporteras, sino porque son mujeres, esto me llena de coraje, me deja sin palabras”.

Así narró el reportero Omar Vázquez Valencia de Impacto Digital, un medio de comunicación de Veracruz, el homicidio contra Yessenia Mollinedo Falconi y Johana García Olvera.

Con ellas dos en lo que va del año han asesinado a once periodistas. Nunca en la historia de nuestro país habíamos visto la saña y el odio hacia la prensa.

Una semana antes de arrebatarles la vida a Yessenia y a Johana, en Sinaloa, asesinaron al periodista Luis Enrique Ramírez, su cuerpo fue encontrado en un camino de terracería, había advertido amenazas.

“Yo sí siento el peligro inminente de que yo soy el que sigue, porque hay un patrón, en cuatro asesinatos recientes, incluido el de Humberto (Millán), en el que yo encajo”, dijo Luis Enrique en una entrevista a MVS.

La violencia contra los periodistas y los medios de comunicación está imparable, basta con hacer un recuento de los calificativos en su contra cuando hace preguntas incómodas o reportan verdades incómodas, son nombrados como enemigos, conservadores, chayoteros, mercenarios, fifís.

Los llamados desde el exterior del país por parte de la Unión Europea, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lo mismo que organizaciones civiles como Artículo 19, para detener los asesinatos y ataques contra la prensa son reiterados, desafortunadamente, hay oídos sordos por parte de las autoridades.

La indiferencia y la apatía con la que el Gobierno federal investiga estos crímenes dejan tanto a periodistas como a los medios de comunicación vulnerables y presas fáciles de la delincuencia e inseguridad que vive el país.

Que no se nos olvide que van once periodistas asesinados en lo que va del 2022, a ellos los nombro con respeto y me sumo a la exigencia de justicia.

Armando Linares, José Luis Gamboa, Margarito Martínez, Lourdes Maldonado, Roberto Toledo, Heber López, Jorge Camero, Juan Carlos Muñiz, Luis Enrique Ramírez, Yessenia Mollinedo y Johana García.

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