“El poder es como un violín. Se toma con la izquierda y se toca con la derecha”
Eduardo Galeano
Las recientes elecciones en Colombia son un hito en su historia, habiendo ganado Gustavo Petro Urrego, un economista, exguerrillero, político, fundador del partido político denominado Colombia Humana, y que en unión de otros partidos formaron la coalición Pacto Histórico, es el primer presidente de izquierda que pisará la Casa de Nariño.
Con el triunfo de Petro, Latinoamérica se ha tornado a la izquierda, uniéndose al grupo de los presidentes Gabriel Boric en Chile (2021), Xiomara Castro en Honduras (2021), Pedro Castillo en Perú (2021), Luis Abinader en República Dominicana (2020), Nayib Bukele en El Salvador (2019), Alberto Fernández en Argentina (2019) y Andrés Manuel López Obrador en México (2018).
Los nuevos presidentes tienen grandes diferencias entre ellos, algunos son políticos con una larga historia política (Andrés Manuel, Alberto Fernández y Petro), sus ideologías son en gran parte de la vieja izquierda, otros son jóvenes en la vida y en la política (Boric, Bukele y Abinader), por lo tanto, sus ideas de la izquierda son más modernas y más pragmáticas, por ello tratan de alejarse de Venezuela y de Cuba.
Por lo anterior, podemos observar que no todas las izquierdas son iguales, Norberto Bobbio describió a la izquierda, como aquella con ideología de la igualdad, con un planteamiento político-económico que intenta disminuir las desigualdades sociales entre las personas y los factores de producción. La izquierda concebida como un motor de los cambios sociales, con la tendencia de modificar el orden social, va en contra de la inmovilidad, del conservadurismo y de la ideología de derecha.
Frente al fracaso del comunismo real y de los regímenes totalitarios de derecha, tienen cabida los regímenes moderados de izquierda, bajo el principio de igualdad, haciendo más iguales a los desiguales, ofreciendo las mismas oportunidades, con el mismo acceso a la justicia para todos, y moviendo los diques que las limitan.
Por lo anterior, y después de los excesos del Trumpismo, pasando por Bolsonaro, Latinoamérica se ha inclinado hacia la izquierda, en una izquierda no ideologizada, teniendo como base la democracia, pues gracias a ella se abrieron paso para llegar al poder, incluso pasando por encima de grupos económicos, y de grupos sociales resistentes al cambio, por el temor de perder sus privilegios.
Dentro de los nuevos gobiernos de izquierda latinoamericanos hay populistas (AMLO) y moderados (Boric), la diferencia es que los primeros tienen el riesgo de no poder cumplir las grandes promesas que hicieron para ganar votos, y pueden generar una desilusión y frustración al no ver sus deseos cumplidos, en virtud de que tarde o temprano no podrán sostener sus promesas y llegará el desencanto, lo que puede generar un regreso a los antiguos regímenes.
Ante la pobreza que impera en Latinoamérica es importante un gobierno de izquierda, que pueda revertir las grandes diferencias entre ricos y pobres, y establecer contrapesos a los excesos del poder económico, esperemos que el nuevo gobierno de Colombia vaya por ese camino.