Hace unos cuantos días, estuve afuera del penal de Santa Martha Acatitla, esperando la salida de algunas mujeres que tras luchar incansablemente contra el sistema de justicia que existe en nuestro país, lograron recuperar su libertad.
Tras horas y horas de espera, un proceso en particular se complicó por una última diligencia. Se trató de un tema burocrático que retrasó la salida de una interna por un día completo. Y es que, como parte de los acuerdos para recuperar la libertad, algunas mujeres tenían que reparar el daño por el delito que habían cometido.
Palabras más, palabras menos, la reparación del daño contempló una restitución económica que se hizo a través del llamado Banco del Bienestar. En eso estaban varias de las mujeres a las que les faltaban unas horas para recuperar su libertad, cuando de repente se cayó el sistema.
Y me puse a reportear, cómo puede ser que al banco de los beneficiarios de los programas sociales del Gobierno federal, ese que tanto presume el Presidente Andrés Manuel López Obrador y al que apenas la semana pasada le fue a inaugurar una de sus sucursales en Chiapas, se le pueda caer el sistema.
Le cuento lo que encontré. Resulta que en 2019, el Banco del Bienestar pagó una fuerte cantidad por el desarrollo e instalación de un nuevo sistema bancario; sin embargo, a dos años de su adquisición no lo ha utilizado.
La institución bancaria suscribió un contrato con la empresa Infotec Centro de Investigación Especializado en el Desarrollo de Tecnologías de la Información y Comunicación por 135.9 millones de pesos. ¿Quéeeee? Así como lo lee, casi 140 millones, por algo que aún no se ocupa. ¡Chulada!
Lo anterior, para instalar un sistema bancario entre junio y septiembre de 2019 que pudiera operar en óptimas condiciones, peeeeeero, hasta mayo de 2022 y de acuerdo con esta investigación, la propia institución desconocía el estado de dicho sistema.
“Mifos I/O” así se llama, es un sofisticado sistema de código abierto, enfocado en productos de crédito, ahorro e inversión. Se proyectó su puesta en marcha en enero de 2020 para sustituir al sistema TCB.
En una revisión al contrato, la Dirección General Adjunta de Tecnología y Operación del Banco del Bienestar no acreditó la implementación o puesta en marcha del sistema Mifos I/O y desconoce el estado de dicha implementación o si se realizó la instalación del aplicativo en ambiente productivo; es decir, tampoco cuenta con un código fuente, instaladores ni documentación que permita echarlo a andar.
¿Acaso hubo chanchullo? ¿Pagaron para desarrollar un sistema que ni siquiera se ha implementado? ¿Hicieron cómo que pagaron por un producto, pero al final se clavaron esa lana? Muchas preguntas sin respuesta.
Tras varias horas de espera en Santa Martha y ya entrada la madrugada, la mayoría de las mujeres que se encontraban en la situación que le platico, por fin lograron recuperar su libertad, salvo el caso que le conté al principio y que tomó un día más.
Fueron los momentos más angustiantes para ellas, algunas incluso, habían purgado ya varios años tras las rejas por delitos que no cometieron o que fueron fabricados, y lo único que esperaban era poder salir, cuando de pronto un solo trámite burocrático y un banco sin sistema las hicieron pasar por un trago amargo -más- en ese lugar.
Basta por hoy, pero el próximo lunes… regresaréeeeeeeee!