Progreso económico (10/10)

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

El progreso depende, no de las políticas económicas, sí del marco institucional, de las reglas del juego, sobre todo las normas jurídicas, que deben ser justas (respetar los derechos de los agentes económicos) y eficaces (que, al generar seguridad y confianza para los empresarios, estos inviertan directamente lo más posible, minimizando la escasez y maximizando el bienestar).

Las políticas económicas son los medios que el gobierno usa (imposiciones, limitaciones, prohibiciones), para modificar los resultados del mercado, lo que se justifica si son injustos (porque violan derechos), o ineficaces (porque disminuyen el bienestar).

Supongamos que A, de nacionalidad B, intercambia con C, de nacionalidad D, siendo el resultado un bien común porque A y C valoran más lo que reciben que lo que dan a cambio. El intercambio es justo (A no viola derechos de C y C no viola derechos de A) y eficaz (tanto A como C, valorando más lo recibido que lo entregado a cambio, aumentan su bienestar).

Supongamos que, con la intención de proteger a los productores de B de la competencia de las importaciones de D, el gobierno de B le prohíbe a A intercambiar con C, practicando una política económica proteccionista, modificando los resultados del mercado, del intercambio entre A y C. ¿Qué consecuencias tiene esa política que prohíbe importaciones?

En primer lugar es injusta, porque viola el derecho a la libertad individual de A para relacionarse comercialmente como más le convenga, con quien más le convenga, en este caso con C. En segundo lugar es ineficaz, porque reduce el bienestar de A, quien ya no cuenta con la que era su mejor opción en términos de precio y/o calidad y/o servicio, la importación de D.

Ningún intercambio puede ser injusto y/o ineficaz, razón por la cual las políticas económicas, con las que el gobierno modifica los resultados del mercado, son injustas (violan derechos) e ineficaces (disminuyen el bienestar).

Supongamos que C, el exportador de D, no le cumple a A, el importador de B. En tal caso, ¿el intercambio no implica una injustica de C contra A? Sí, pero no se enmienda con una política económica, modificando los resultados del mercado, sino con el gobierno haciendo valer el Estado de Justicia, obligando a C a respetar el derecho de A. Además, si D no le cumple a A, ¿hubo intercambio, que tiene lugar cuando ambas partes, comprador y vendedor, cumplen?

De todo lo expuesto en estos diez Pesos y Contrapesos debe quedar claro que el progreso económico, que consiste en minimizar la escasez y maximizar el bienestar produciendo más y mejores bienes y servicios para un mayor número de gente, depende del Estado de Justicia, por el que se reconocen plenamente, definen puntualmente y garantizan jurídicamente los derechos de los agentes económicos, tanto los naturales, a la libertad individual y la propiedad privada, como los contractuales, que compradores y vendedores cumplan sus obligaciones para con sus contrapartes.

El Estado de Justicia en México deja mucho que desear, razón por la cual el progreso económico, con 43.9 por ciento de la población (2020) en pobreza, también deja mucho que desear. Según el World Justice Project, en materia de Estado de Justicia, México ocupa, entre 140 naciones, la posición 115, con una calificación, en escala de 0 a 10, de 4.2.

Fin.

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