“¡Lagos de Moreno!”, “Jalisco”, “Los jóvenes de Lagos de Moreno” se escuchó en Palacio Nacional al final de la conferencia mañanera del miércoles pasado. Cuestionaban al Presidente los reporteros y el país entero.
Era lógicamente más esperado. ¿Qué tenía qué decir ante semejante atrocidad? ¿Qué medidas tomaría? ¿Qué postura asumiría? Pero las expectativas palidecieron ante la realidad de la respuesta del jefe del gobierno de México.
Una sonrisa irónica y el ademán de su mano en la oreja, como quien no escucha bien —o no escucha nada—, antes de contar su anécdota “dicharachera”, a su más puro estilo, pero tan anticlimática como ninguna otra, en toda su historia como político.
Nada diría, luego de que México entero quedara horrorizado con las imágenes y la historia de Roberto, Diego, Uriel, Jaime y Dante, los cinco jóvenes desaparecidos en Lagos de Moreno.
¿Acaso nadie pensó en los padres de esos jóvenes y su agonía de los días subsecuentes? Sin información por parte de las autoridades, pese a los gritos desesperados que dieron afuera de la Fiscalía de Jalisco, para obtener algún dato sobre el paradero de sus hijos.
Qué tortura más grande puede haber, que las señales de la ubicación de los jóvenes con esas fotografías donde aparecen golpeados y amagados, y el video que circuló en redes sociales, describiendo el desgarrador final de estos hijos, hermanos y también ciudadanos.
Y no es más que la réplica del final de miles de desaparecidos, en este país de desaparecidos que nadie busca, y cuando sí los encuentran, callan…
La indignación cruzó las fronteras y alcanzó a los medios internacionales, y aún así, tuvieron que pasar cinco largos días para que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, se pronunciara sobre el hecho.
Una comunicación fría y poco sensible, con los familiares y la sociedad de la entidad que gobierna y donde claramente es cada vez menos popular.
Y es que no es la primera vez que en Jalisco sucede algo tan escandaloso. No nos olvidemos de aquel 2018 en Tonalá, donde tres estudiantes de cine fueron plagiados por el Cartel de Jalisco Nueva Generación, presuntamente confundidos con rivales y por ello asesinados y disueltos en ácido sulfúrico.
Por lo visto, poco ha cambiado desde entonces en aquella entidad, que se ha convertido en uno de los focos rojos que México tiene.
En enero pasado dos mujeres (madre e hija) fueron asesinadas al interior de la Fiscalía de Poncitlán, cuando se disponían a interponer una denuncia por violencia de género.
Un caso similar ocurrió en Tuxpan de Bolaños cuando se cometieron otros dos asesinatos contra mujeres, durante una fiesta de 15 años.
El mismo mes que Ariana Cristina, de 16 años, fue encontrada muerta en Arandas, un día después de haber sido reportada como desaparecida.
Según datos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, de enero a mayo se registraron 26 muertes violentas de mujeres en el estado.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública muestra un panorama igualmente desolador, contabilizando en el primer trimestre del año, 46 mujeres víctimas de homicidio doloso, 12 más que en el mismo lapso de 2022. Es decir, hubo un repunte del 35.3%.
Un aumento similar tiene Jalisco en lo que a violencia en contra de los menores de edad se refiere.
El reclutamiento de jóvenes por parte del crimen organizado, la ausencia de seguridad en regiones específicas y la alta migración por falta de oportunidades, ha provocado que específicamente en Jalisco los asesinatos de jóvenes y adolescentes se incrementen 33 por ciento.
En el primer semestre de 2023 se cometieron 32 asesinatos en menores de 18 años, superando a los 24 casos reportados el año anterior.
Hace unas semanas se confirmó el hallazgo de restos humanos en la colonia Mirador Escondido. Este martes se confirmó que dichos restos pertenecen a los jóvenes trabajadores de un call center, desaparecidos en Zapopan.
Para el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, Jalisco es la entidad con más personas desaparecidas en México, 14 mil 877 personas.
Entre diciembre de 2018 y el 31 de julio de 2023, se registraron 14 mil 078 personas localizadas, 11 mil 988 personas fueron encontradas con vida y 2 mil 210 muertas.
Lo ocurrido en Lagos de Moreno es apenas la cabeza que se asoma, del gran drama en un terreno fértil para la indiferencia y la impunidad, que por estridente que sea, evidentemente tampoco alcanza a escucharse en Palacio Nacional…