La más reciente encuesta del Inegi lo muestra, los estados donde hay mayores índices de pobreza es donde se tienen más hijos. Y es que muchas mujeres que están dando a luz, son casi niñas.
Más del 35 por ciento de las mujeres que se convierten en mamás en nuestro país, tienen entre 15 a 19 años.
Si bien la tasa de natalidad en México ha disminuido en estos últimos años, en 2023 disminuyeron los nacimientos 3.7 por ciento respecto al año anterior, en estados como Chiapas, Guerrero y Oaxaca es donde mayor número de nacimientos per cápita se registraron.
La entidad con mayor cantidad de nacimientos per cápita es en Chiapas, uno de los lugares más difíciles para vivir por la marginación y por la violencia desmedida.
En zonas de Chiapas las disputas entre los distintos cárteles de la droga, ya no son solamente entre el Cártel de Sinaloa contra el Cártel Jalisco Nueva Generación, sino que hay muchas fracciones nuevas que son generadoras de violencia y que además están controlando el tráfico de droga, migrantes y armas, lo que ha provocado el éxodo de comunidades enteras, donde las familias han quedado divididas o se han visto en la necesidad incluso de pedir apoyo en el país vecino de Guatemala.
En las tasas de pobreza, esa entidad también encabeza la lista desde hace varios años.
Muchas mujeres en esa zona del país son más vulnerables debido a que en varios municipios se rigen por usos y costumbres, lo que expone más a las mujeres a que sus derechos humanos sean vulnerados.
México se encuentra entre los 10 países del mundo en los que, a pesar de los adelantos sociales y tecnológicos, persiste entre los países con mayores violaciones a los derechos de las niñas y niños, sobre todo en las zonas indígenas.
Muchos de los nacimientos que se dan en las zonas con menos recursos del país se dan porque hay niñas que están teniendo bebés.
Muchas veces las niñas son obligadas a contraer matrimonio con hombres mayores, las propias familias arreglan estos enlaces, que se rigen bajo usos y costumbres, a cambio de una remuneración económica.
Y es que las políticas públicas que se aplican en este momento, se verán reflejadas en un par de años.
Otro estado donde hay una alta tasa de nacimientos, aunque en este último año disminuyó, es Guerrero.
Apenas hasta el inicio del Gobierno de Evelyn Salgado, la primera mujer en gobernar ese estado, ella aseguró que su prioridad era garantizar la seguridad de este sector.
Madres indígenas, las más vulnerables
“Nunca más una niña, nunca más una mujer estará bajo cohabitación o matrimonio forzado”, sostuvo en ese entonces la mandataria estatal.
Por primera vez en Guerrero, en pleno 2021, el gobierno en turno prohíbe el matrimonio de niñas, que era algo aceptado por los usos y costumbres.
Cuando asumió Salgado la gubernatura solicitó apoyo a la ONU y, desde entonces, ha trabajado con representantes de las Naciones Unidas en México, en torno a proyectos para eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres.
No es fácil erradicar las costumbres y los manejos de tantos años, donde las niñas han sido expuestas, pero se tiene que empezar de manera frontal como se ha venido haciendo en pocos años. Pero ya se empezó a trabajar en este tema que es fundamental para el cuidado de los menores de edad.
Apenas en el 2023, se promulgó una ley en el Congreso local de Oaxaca, otro de los estados donde mayor índice de nacimientos hay en todo el país, para prohibir el matrimonio infantil.
También en el Senado de la República se han aprobado reformas del Código Penal Federal, que incluye sancionar con ocho y hasta 15 años de prisión a quien obligue a un menor de edad a casarse, además de una sanción de mil a dos mil 500 días de multa.
La ley prevé que este delito sea imprescriptible, además que las penas aumentan hasta en una mitad si la víctima pertenece a algún pueblo indígena o comunidad afromexicana.
Y es que casi siempre las niñas forzadas al matrimonio son utilizadas para quehaceres domésticos, y son explotadas física y sexualmente.
Hay avances en la protección a estos menores, todavía falta mucho, pero se tiene que empezar y no se puede abandonar esta lucha para proteger a los más vulnerables.
Y hay otro tema, México es el segundo lugar, a nivel mundial, en cuanto a abandono infantil, esto significa que cada año miles de niños son dejados a su suerte. Muchos bebés son de madres que a su vez son niñas, muchas que incluso fueron abusadas sexualmente, las que dejan a los bebés porque no vislumbran otra alternativa.
El caso más reciente de un recién nacido abandonado se dio el pasado 13 de octubre en la calle Vasconcelos de la colonia Ejido de Tecámac, una joven con sudadera azul y cubrebocas, abandonó a un bebé en la puerta de una casa.
La cámara de seguridad captó el momento cuando la joven deja al bebé y sale huyendo por una calle aledaña. Un testigo encontró al recién nacido y reportó que aún tenía la placenta, mientras que servicios de emergencia trasladaron al pequeño a la clínica 200 del IMSS.
Hoy ese bebé está en manos de la Procuraduría Municipal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes del DIF de Tecámac, que se hará cargo del menor y de las investigaciones correspondientes.
Otro caso, el pasado 26 de agosto, otro recién nacido fue abandonado en una bolsa en la colonia Olímpica 68 del municipio de Ecatepec.
El Estado de México es una de las entidades donde más casos se reportan de bebés abandonados de forma anual.
Y es que el abandono de bebés, niñas y niños aumenta en nuestro país, pues según la organización Aldeas Infantiles SOS México, más de un millón de niños en México no tiene recuerdo de una mamá porque fueron abandonados.
Hoy más que nunca urgen políticas públicas, poniendo mucho énfasis a la educación sexual y en el cuidado de las niñas, como las recientes leyes que prohíben el matrimonio infantil. Y también que muchas personas dejen de ver a los hijos como los futuros trabajadores, porque el tema del trabajo infantil también es un problema grave, hoy más de dos millones de chiquitos, entre los 5 y 17 años, realizan algún tipo de trabajo infantil.