Tampoco falta mucho para que ello suceda. En términos accionarios, el Gobierno federal, a través del Fonadin, a cargo de María del Carmen Bonilla, tiene el 49% de las acciones y bastaría un aumento de 2.0 puntos porcentuales de acciones para que el Gobierno tenga el control…, cosa que no es muy difícil que suceda, pues en términos de inversión, Banobras efectuó 52.5% de la inversión y canalizó casi 9,700 millones de pesos adicionales en créditos y aportaciones al Tren Suburbano Buenavista-Cuautitlán, que dirige Max Noria.
El asunto es que, en las recientes evaluaciones gubernamentales, trascendió que, pese a que el Tren Suburbano aún no alcanza su máximo de capacidad de pasajeros diarios (350 mil), sus ingresos totales se ven reforzados por la actividad comercial en sus estaciones de Cuautitlán y con mucho mayor relevancia Buenavista.
Es decir, se trata de un negocio rentable en el marco de una concesión extendida hasta 2073 en favor de Fonadin (49% de las acciones), la española CAF, que representa Max Zurita (con 43%), y Omnitren, de Roberto Alcántara (8%), pero que no se ha desplegado como podría hacerlo.
Pero que, en los años venideros, prevén, tendría mayor alcance conforme los planes de trenes bajo control estatal del gobierno actual.
Como aquí le informé, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles —a cargo del general Isidoro Pastor— está autorizado para también ser operador ferroviario, empezando por el tramo de 23 kilómetros que parte de la estación Lechería hasta la terminal aeroportuaria… tramo que operaría el Tren Suburbano, pero que al rechazar hacer el pago de arribo mensual a la estación AIFA (entre 7 y 9 millones de pesos), la Sedena solicitó que ese tramo le fuera asignado.
Y considerando que Buenavista sería el punto de inicio para el primer eje nodal del proyecto ferroviario de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, que lleva Jesús Esteva, —el trayecto desde la Ciudad de México hasta Querétaro— parece inminente la recuperación de la concesión establecida en 2009 durante el gobierno de Felipe Calderón.
La pregunta, con o sin efectuarse la reversión de esa concesión, es sobre las formas específicas en que el actual gobierno mexicano propondrá asociaciones al sector privado nacional y extranjero, incluyendo los términos de certidumbre legal para operación, gestión y posesión de activos.
100 Días: IMSS tomaría servicios Pemex. Los primeros 100 días del nuevo gobierno distan de haber sido una luna de miel en medio de problemas de seguridad pública, la incertidumbre generada por la aplicación de una también incierta Reforma Judicial y el Plan C, amén de los exiguos recursos disponibles en las arcas públicas y una economía en pleno frenón a puertas de una revisión del T-MEC y del mandato de Donald Trump.
Pero en medio de tan compleja situación empieza a cambiar —como aquí hemos reseñado— el sector salud. No es perfecto, da tumbos, pero hay voluntad política para acabar con el desabasto de medicamentos heredado del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Aquí le adelantamos que en la Compra Consolidada orquestada por la Secretaría de Salud, a cargo de David Kershenobich, sólo participarán los dueños y representantes de registros sanitarios, dejando de comprar el 90% a distribuidores patito que robaron (a través del Insabi, que llevó Juan Ferrer y del IMSS-Bienestar) a manos llenas a costa de la salud de millones de personas.
La compra es vía digital y en reversa como aquí se informó, y pese a sus tropiezos, se enfila a mejorar la transparencia y en atajar la corrupción. También le informamos que la Cofepris, a cargo de la muy profesional Armida Zúñiga, autorizará importar productos no disponibles a precio y volumen en México siempre y cuando vengan de países con quienes exista un acuerdo comercial, agilizando trámites de registros médicos en 45 días.
Lo que ahora viene son otra serie de eventos relevantes: relevos en el IMSS, con la integración de un nuevo equipo de profesionales que ofrece dar un nuevo rostro y eficacia a favor del derechohabiente. Entre sus acciones figuraría no construir nuevos hospitales mientras no se terminen de construir los que están en proceso y se deje 100% operativa la infraestructura actual.
Y mañana que se efectúa sesión del Consejo Técnico del IMSS, se anunciaría la incorporación del IMSS-Bienestar, que lleva Alejandro Svarch, y de los servicios de salud de Pemex al IMSS.
En ese contexto, es relevante que en Palacio Nacional se haya dejado de criminalizar a los laboratorios nacionales y se construya una política para desarrollo de la industria mexicana, al tiempo que se pretende dignificar a los trabajadores del sector salud, cerrando espacios de privilegios a los directivos de los institutos nacionales, mediante un solo sistema de salud con un solo expediente electrónico con alcance nacional apoyado en Inteligencia Artificial.
La agenda es extensa, abrumadora, pero ojalá se ejecute a plenitud.
Proveedores sin Pavo. La situación para los proveedores de Pemex, no importando el tamaño, sigue deteriorándose: los pagos atrasados y vencidos no les permiten continuar prestando servicios a la paraestatal. Y hasta el día de hoy nada se sabe sobre el fondo que destinará la secretaría de Hacienda, de Rogelio Ramírez de la O (emitiendo un bono de monto histórico que aquí se consignó) para atajar el momento crítico.
Se dice —pero no está confirmado— que el 15 de diciembre Pemex podría liquidar algunas deudas para evitar la quiebra inminente de centenares de empresas proveedoras y su efecto en cascada por todo el país.
Bien por el pago a proveedores… pero aún se desconocen los planes de producción 2025 y la asignación de contratos estratégicos para mantener la plataforma de producción.
El tiempo corre.