La nave estrella de SpaceX realizó una de las últimas pruebas necesarias antes de ponerse al servicio de la NASA para transportar personas a la Luna: el desafío que enfrentó fue hacer explotar el cohete Falcon 9 en el que viaja la cápsula para conocer su respuesta, funcionamiento y el sistema de expulsión de los astronautas en caso de que se produzca un accidente; durante el ejercicio no hubo humanos a bordo y se consiguió el objetivo: que la Crew Dragon se separara del propulsor durante la prueba exitosamente.
Gráficos: C. Alejandro Sánchez, Ismael F. Mira, Roberto Alvarado y Luisa Ortega.
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