Desde el tradicional Po’ Boy hasta la copiosa jambalaya, la ciudad destaca por su cocina sazonada y picante; la metrópoli es conocida por ser una de las capitales gastronómicas de Estados Unidos.
Nueva Orleans, la capital del estado de Louisiana, Estados Unidos, se engalana el próximo domingo con la celebración de la edición LIX del Super Bowl que enfrentará a los Jefes de Kansas City y a las Águilas de Filadelfia. Más allá del entorno deportivo, la ciudad ofrece un abanico de posibilidades gastronómicas que no te puedes perder si quieres disfrutar al máximo de esta competencia.
Presentándose como una fusión de la cultura culinaria francesa de la época colonial con la tradición africana, española y caribeña, la cocina de esta metrópoli del sureste estadounidense incluye sabores muy sazonados y picantes.
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Para muestra, el tradicional sándwich Po’ Boy, uno de los platillos que reúne dichas características, con sus camarones fritos servidos sobre una baguette y acompañado de verduras frescas —generalmente lechuga y jitomate—, así como aderezos que le dan ese toque especiado. Es una comida muy popular y se puede conseguir con facilidad en el Caesars Superdome, sede del Super Bowl de este año.
Otro de sus platos insignia, el gumbo, es un caldo que tiene sus orígenes en España, con el arroz, las hierbas y los pimientos. Actualmente, este plato se prepara con mariscos, como cangrejo y gambas, pero también se puede hacer con pato, pollo u otras carnes; el único ingrediente necesario es la okra, un fruto comestible similar al calabacín.
Famoso en todo Estados Unidos, el pollo frito tiene aquí un lugar especial en cuanto a comida se refiere, cocinado en abundante aceite y con una combinación de condimentos, cientos de restaurantes lo ofrecen como su platillo principal. Suele acompañarse con frijoles horneados, pasta o col picada.
Nueva Orleans, también llamada cuna del jazz, destaca como una de las capitales gastronómicas de Estados Unidos, pues la combinación de ingredientes frescos y tradicionales ha originado preparaciones únicas. Como ejemplo, la jambalaya, un platillo colmado de arroz, servido con una mezcla de pollo, mariscos, salchichas y vegetales que suele incluir jitomate, cebolla, apio y especias comunes: tomillo, laurel y orégano. La variedad de proteínas con las que se acompaña puede cambiar dependiendo de la temporada e incluso se suele preparar con una carne poco usual, pero bastante común en las tierras bajas de Louisiana, la de cocodrilo.
- El Tip: Algunos cocteles populares de Nueva Orleans son el Vieux Carré con hielo, el Sazerac, el Absinthe Frappe y el Huracán, llamado así por la forma del cristal en el que se sirve.
La oferta culinaria no termina ahí, pues los postres no pueden faltar. Desde el pudín de pan —una receta que incluye pan sumergido en leche, huevos y azúcar y que se sirve con una salsa con bourbon— hasta los beignets, una pieza frita de masa generalmente cuadrada de masa y espolvoreada con azúcar glass, una combinación perfecta entre un exterior crujiente y un interior suave. La herencia caribeña también muestra sus destellos en los plátanos Foster, los cuales se doran en mantequilla con canela y ron oscuro y generalmente se sirven con abundante helado de tu elección.
