Luego de que al menos cuatro naciones, entre ellas Reino Unido, suspendieran vuelos desde o hacia Bielorrusia y vetaran su espacio aéreo, la Unión Europea (UE) acordó medidas para aislar al régimen de Alexander Lukashenko por la captura del periodista Roman Protasevich tras interceptar ilegalmente un vuelo comercial de la aerolínea Ryanair.
Los jefes de Estado del bloque europeo pactaron, durante una cumbre regional, una larga lista de represalias por los actos que calificaron de terrorismo y piratería al poner en grave peligro a pasajeros por una supuesta amenaza de bomba, confirmando las declaraciones de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien advirtió “no dejaremos esto sin respuesta”; mientras que el jefe del Consejo de la UE, sostuvo “no toleraremos que se intente jugar a la ruleta rusa con la vida de civiles”, para presionar acciones contra el sector aviación, empresas y civiles involucrados.
Dichas sanciones incluyen el cierre de operaciones de la aerolínea bielorrusa Belavia en espacio aéreo europeo, el llamado a todas las firmas aéreas a no transitar por esa nación ante el riesgo, un veto a altos mandos y sanciones económicas.
Asimismo, en la sesión en la que ningún representante de estos 27 países contó con acceso a sus celulares para evitar posibles filtraciones, exigieron la inmediata liberación del periodista acusado de organizar disturbios en la región, y su novia, Sofia Sapega, quien también fue bajada del vuelo FR4978, y garantizar su libre circulación, luego de que Protasevich huyera a Lituania por seguridad, país en el que radica desde 2019.
Estas sanciones se suman a las impuestas contra 88 altos funcionarios desde agosto del 2020, tras los comicios en los que Alexander Lukashenko se reeligió por sexta ocasión.
Previamente, Letonia expulsó al embajador y diplomáticos en su territorio, como medida espejo ante el plazo dado por Bielorrusia a sus representantes.
Una de las primeras aerolíneas en responder fue la alemana Lufthansa que canceló los vuelos a ese destino al confirmar “vista la dinámica actual suspendemos por el momento las operaciones en espacio aéreo bielorruso”; presuntamente después de que se registrara un incidente en esa nación por otra amenaza terrorista que retrasó dos horas un vuelo desde Minsk. El hecho obligó a revisar la aeronave y el equipaje por seguridad, revelaron autoridades bielorrusas.
Además, líderes de la UE insistieron en que la Organización Internacional de Aviación Civil (ICAO) investigue urgentemente y de manera amplia los actos preocupantes; hecho ante el que la agencia dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) convocó a una reunión emergencia este 27 de mayo para evaluar el desvío del vuelo en cuestión.
La medida fue respaldada por el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres; quien aplaudió la indagatoria independiente para aclarar los hechos del fin de semana y que Lituania denunció como una artimaña para actuar en contra de un opositor.
En tanto, Reino Unido consideró que no deben descartar otras implicaciones, luego de que el Ministro de Exteriores, Dominic Raab, asegurara que, aunque aún no tiene pruebas, en estas acciones podría estar detrás Rusia, ya que según su percepción Minsk no se habría arriesgado a este movimiento sin este respaldo.
Tras las discusiones, Bielorrusia presentó en un video al opositor quien confesó ser uno de los orquestadores de las protestas masivas del 2020, hecho ante el que su familia denunció que teme actos de tortura contra el joven; mientras que sus aliados dijeron que esa declaración fue hecha por coacción. Ante estos actos Estados Unidos calificó de “afrenta indignante” el desvío forzoso del avión y se unió al reclamo por presunta coacción en la admisión de culpabilidad del opositor.
JUSTIFICAN INTERVENCIÓN
El Departamento de Aviación del Ministerio de Transportes bielorruso aseguró que sí hubo una amenaza terrorista de Hamas, responsable de la escalada en Gaza, y tachó de infundadas las acusaciones contra Lukashenko.
Se detalló que recibieron una misiva que advertía que el 23 de mayo habría una explosión en Vilna (territorio lituano), presuntamente en represalia porque la región apoyaba a Israel, aunque el grupo islámico desmintió esta versión.
Y ante este amago, que apuntaba a la aeronave que salió de Grecia, el gobierno intervino en cumplimiento de las normas internacionales, según explica, y la obligó a aterrizar para una revisión de seguridad. Incluso dijo que se notificó a la tripulación a través de los controladores aéreos y en ningún momento se ejerció presión para descender; hecho que hasta el momento ni la aerolínea ni el otro país involucrado han confirmado o negado.
Por separado, el portavoz de Exteriores, Anatoli Glaz, respaldó que se actuó “en pleno cumplimiento de las normas internacionales”.
En respuesta, el director de la aerolínea Ryanair, Michael O’Leary, calificó de “piratería” y “secuestro de Estado” el acto contra una de sus aeronaves.
Agregó que no descartan que en la revisión usada para aprehender al crítico del presidente participaran agentes de la extinta KGB, luego de que el periodista relatara en un chat que sintió que alguien lo perseguía desde el aeropuerto de Atenas.