El problema económico de fondo es la escasez: no todo alcanza para todos, menos en las cantidades que cada uno quisiera, y mucho menos gratis. Condiciones que deben cumplirse para minimizarla: que se produzca la mayor cantidad posible de bienes y servicios y que se ofrezcan al menor precio posible. Lo primero está relacionado con el crecimiento de la economía, lo segundo con la inflación (de hecho con la deflación), y ninguna de las dos condiciones está dada en la economía mexicana: el crecimiento es bajo y la inflación elevada.
La historia reciente de la inflación en México puede dividirse en dos etapas. Primera, de 1959 a 1970 (correspondiente al Desarrollo Estabilizador, de crecimiento relativamente elevado con inflación relativamente baja), durante la cual la inflación promedio anual fue 2.77%. Segunda: de 1971 a 2024, a lo largo de la cual la inflación promedio anual fue 21.55%, 18.78 puntos porcentuales más que en la primera etapa, el 677.98%.
En ese periodo la mayor inflación se registró en 1987, 159.17%, y la menor en 2015, 2.13%.

“¡Puro corrupto!”, gritan a gobernador
Estrictamente hablando, lo que se requiere del lado de los precios para minimizar la escasez y maximizar el bienestar, no es que los precio aumenten lo menos posible (que la inflación sea la menor posible), sino que bajen lo más posible (que la deflación sea la mayor posible), afirmación que no comparten muchos bancos centrales, el Banco de México incluido, que tiene una meta de inflación puntual el 3%, ¡autoimpuesta!, lo cual quiere decir que tiene que hacer, lo que tenga que hacer, para mantener la inflación en 3%, algo que no ha logrado. La meta se estableció en 2003. De entonces a 2024 la inflación promedio anual fue 4.43%, 1.43 puntos porcentuales mayor, el 47.67%.
Con relación al poder adquisitivo del dinero hay tres posibilidades: que se mantenga (ni inflación, ni deflación), que baje (deflación), que aumente (inflación). ¿Cuál de las tres es la que contribuye a minimizar la escasez y maximizar el bienestar? La deflación, y no es la opción del Banco de México. ¿Cuál de las tres es la peor? La deflación, y sí es la opción del banco central.
¿Por qué tiene el Banco de México meta de inflación? ¿Por qué está a favor de la pérdida en el poder adquisitivo del dinero y el trabajo? En ninguno de sus documentos encontramos la respuesta, pero ésta puede ser: por el miedo a la deflación, que se evita permitiendo o provocando un poco de inflación, 3%, miedo que viene de los tiempos de la Gran Depresión de los años treinta del siglo pasado, debiéndose tener clara la diferencia entre la mala deflación, que hay que evitar, y la buena, que hay que permitir (véase: https://www.razon.com.mx/opinion/2024/07/12/deflacion-la-buena-y-la-mala/). Inflación = pérdida de poder adquisitivo = mayor escasez = menor bienestar.
Según el promedio de las 41 respuestas recibidas por el Banco de México en la encuesta de diciembre a los economistas del sector privado, la inflación promedio anual entre 2026 y 2029 será 3.73% (4.20% según la expectativa más pesimista, 3.20% según la más optimista), y 3.65% entre 2030 y 2033 (4.10% según la expectativa más pesimista, 3.20% según la más optimista).
Todo apunta a ocho años más sin una de las condiciones para minimizar la escasez: la deflación. ¿Por qué? Por falta de Estado de Derecho.
Continuará.
